vitoria - El consumidor doméstico que quiera contar con la tranquilidad de saber de antemano lo que pagará por la luz eléctrica y contrate la mal llamada tarifa plana anual tendrá que asumir que, de salida, las ofertas presentadas por las empresas comercializadoras cuentan con unos precios al menos un 11% más caros que la última tarifa eléctrica regulada, según los datos manejados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Cinco compañías eléctricas, -EDP (Naturgas), Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E. On y Endesa-, presentaron sus ofertas y todas son más caras que los precios actuales, cerca de 70 euros anuales en relación a los regulados, pero aún así entre las mismas también hay cerca de un 10% de diferencia entre la más barata que corresponde a EDP, con 0,0727 euros-kwh, para el caso de un consumidor sin discriminación horaria, y la de Endesa, que presenta el precio más caro, 0,0810 euros.
¿De cuánto dinero estamos hablando? Pues no es fácil de concretar porque cada consumidor es un mundo y depende de la potencia instalada y del consumo pero, según un estudio de la CNMC, para un usuario tipo que tenga 3,3 kilovatios de potencia instalada, -en el País Vasco una buena parte de los usuarios tienen 4,4 kilovatios-, y que consuma unos 3.000 kWh anuales, las ofertas presentadas por las cinco compañías eléctricas citadas oscilan entre 687 euros y 723 euros al año, ello supone hasta unos 70 euros más al año que la actual tarifa regulada que asciende, para iguales condiciones, a 650 euros anuales. En concreto, la comercializadora con la oferta anual más baja es EDP, con 687 euros, frente a los 696 euros de Iberdrola, los 714 euros de E.ON, los 718 euros de Gas Natural y los 723 euros de Endesa. Ello supone pagar entre 57,25 y 60,25 euros al mes de luz.
El coste anual de la oferta más cara supera en más de 100 euros la mejor oferta actual del mercado libre que asciende a 617 euros y que corresponde a una comercializadora que no es ninguna de las citadas cinco. Si nos fijamos en la tarifa regulada, el coste anual de la antigua TUR, tarifa de último recurso, ahora PVPC, precio voluntario para el pequeño consumidor, asciende en la actualidad a los citados 650 euros.
Es por ello que la propia CNMC aconseja a los consumidores españoles que sean "prudentes" antes de tomar decisión alguna, máxime cuando todavía no ha concretado el Gobierno español cómo será exactamente la nueva tarifa eléctrica variable que recogerá, en teoría, el coste real de cada energía en cada momento gracias a los contadores inteligentes de los domicilios.
Como se recordará, el Gobierno español al modificar el mecanismo por el que se fijan los precios de la electricidad pretende que los usuarios que hasta ahora están acogidos a tarifas reguladas que se fijan cada trimestre, paguen el kilovatio consumido en función de cómo cotiza este en tiempo real en el mercado mayorista, o pool. Si el usuario tiene contador inteligente, que mida el consumo por horas, en su factura mensual vendrá desglosado cuánto consumió en cada momento y qué precio tenía el kilovatio en ese preciso instante, según su cotización en el pool, el problema es que la volatilidad de los precios puede ser espectacular. Y las asociaciones de consumidores ya han protestado contra la posibilidad de que no se conozca de antemano cuánto hay que abonar por la electricidad.
Precios caros La CNMC insiste en advertir que las ofertas presentadas son superiores a otras disponibles en el mercado con precios fijos para un año. Además, al día de hoy, también resultan "considerablemente superiores" a las que se le aplicarían al consumidor de mantenerse en la actual tarifa regulada, el citado PVPC, aunque reconoce que la misma está sujeta a las variaciones del mercado.
Otro problema añadido, -como pasaba antes con los contratos de telefonía móvil-, es que si el consumidor contrata estas tarifas fijas anuales, en caso de rescisión anticipada de las mismas conllevaría una penalización que, según la CNMC, "no incluyen otras ofertas disponibles en el mercado".
El organismo de la Competencia recuerda que los consumidores eléctricos pueden elegir entre tres opciones diferentes: el PVPC, que vincula el precio de la electricidad a la evolución del mercado mayorista; un contrato a precio estable anual, que es la presentada ayer, o cualquier otra oferta de las compañías en el mercado libre.