GASTEIZ. Una docena de trabajadores de Incoesa protagonizaron ayer un encierro en las instalaciones del Gobierno Vasco en Lakua hasta conseguir una reunión con la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia. Los encerrados abandonaron las instalaciones sobre las 12.30 horas, tras lograr el compromiso de que esta semana se fijará la fecha del encuentro.

Trabajadores de Incoesa se concentraron ante Lakua para exigir a la consejera Arantza Tapia "una verdadera apuesta por el tejido productivo" y que presente un plan de viabilidad para su planta de Bedia. En el transcurso de la misma, un grupo optó por encerrase en un despacho para presionar al Ejecutivo en una reunión que "se ha prometido en repetidas ocasiones" sin llevarse a cabo, según informó LAB. Finalmente lograron su objetivo.

La plantilla recordó que han pasado más de tres meses desde que Arantza Tapia reconociera haber entregado a Incoesa casi 2.000.000 de euros en subvenciones, por lo que exigen que ponga en marcha un expediente sancionador, como lo ha hecho ya la Diputación de Bizkaia, que tenga como objetivo la devolución de la cantidad de dinero entregada a la empresa, ante la deslocalización de la actividad económica.

Según los trabajadores, aunque la dirección ha presentado un ERE de extinción para despedirlos, la empresa es viable y es posible su mantenimiento en Bedia. "Solo falta una apuesta clara de las instituciones vascas", aseguran, por lo que reclaman trabajar junto al Gobierno Vasco en un plan de viabilidad, al que podría destinarse el dinero a devolver por las ayudas oficiales.