Madrid. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocido como banco malo, vendió el año pasado 9.000 inmuebles por valor de 700 millones de euros, e ingresó además otros 2.800 millones de euros de sus activos financieros. El ministro de Economía, Luis de Guindos, informó ayer a la Comisión de Economía del Congreso de estos datos, defendiendo que la Sareb ha sido un "instrumento fundamental" para el inicio de la recuperación económica por el "impacto" que ha tenido en el "saneamiento" de los balances de las entidades bancarias.

Así, durante su primer año de actividad, el banco malo, que se encarga de absorber los activos tóxicos de los bancos derivados del sector de la construcción, ha conseguido "conformar su estructura y poner en marcha su actividad", centrada fundamentalmente en la gestión comercial a través de canales mayoristas, minoristas y para activos singulares, con el objetivo de "dirigir sus productos a distintos perfiles de inversor", indicó el titular de Economía.

De este modo, se ha impulsado la venta de 9.000 inmuebles y se ha conseguido una "caja bruta" estimada para 2013 de 3.500 millones, de los cuales 2.800 millones corresponden a cobros de activos financieros, mientras que los 700 millones restantes son ingresos de los activos inmobiliarios.

"menos riesgo" "Esta caja permitirá afrontar sin problemas los gastos y hacer frente a los servicios de su deuda, además de amortizar una cantidad importante de deuda en 2014", añadió el ministro Guindos, precisando que de este modo se conseguirá un "doble efecto positivo" ya que se facilitará mayor liquidez directa a las entidades de crédito a la vez que "se reduce el riesgo del Estado" en la Sareb.

No obstante, durante el presente ejercicio el banco malo aún deberá afrontar "retos muy importantes", según recordó el ministro, citando por ejemplo la gestión de los activos financieros, que suponen el 80% de su cartera, el mantenimiento de los activos inmobiliarios para evitar su deterioro y la finalización de las obras que están paradas con una inversión prevista de 100 millones de euros a lo largo de 2014.

En este sentido, y a pesar del importante exceso de oferta que existe en el mercado inmobiliario español, la Sareb prevé terminar este año 2014 la construcción de unas 3.000 viviendas. La dirección de la sociedad tiene identificadas 3.000 viviendas, que considera serían más fáciles de vender si estuvieran terminadas.