A la cabeza de Europa en la distribución de rentas

Las prestaciones sociales de la cav corrigen la diferencia de ingresos entre ricos y pobres

gasteiz. Euskadi se encuentra al nivel de los países europeos con una distribución más igualitaria de los ingresos, solo superado por Suecia y más de cinco puntos por encima de la media de la UE. Se sitúa así a la cabeza de la lista de los modelos de país más equilibrados y avanzados, un lugar en el que no hay un abismo entre los dos extremos de la sociedad, las rentas más bajas y las más altas, los que menos y los que más tienen.

El informe utiliza varias medidas de la distribución de los ingresos, según una escala que oscila entre 1 (completa igualdad) y 100 (completa desigualdad). A pesar de la crisis, Euskadi ha mantenido su nivel por encima del 25 -una cota alcanzada en 2008-. Entre los peores alumnos de la clase está España, muy cerca del último (Portugal) y peor que Grecia, otro paradigma de país rescatado por la crisis. En la zona baja también hay también países con menor tradición en el campo de la protección social pública, como Reino Unido.

De hecho, las prestaciones sociales tienen un papel destacado en la distribución de los ingresos. Así, el análisis de la desigualdad en los ingresos en Euskadi está muy influido por el modelo de Estado de Bienestar, que reduce en cinco puntos el índice. La relación entre los ingresos del 10% más rico y el más pobre revela que si no hubieran existido transferencias, la distancia entre ellos sería en 2012 hasta de 15,5 veces, mientras que gracias a las transferencias tan solo es de 5,2 veces. La aportación más fuerte viene de las denominadas otras prestaciones sociales (principalmente prestaciones por desempleo, y prejubilaciones y protección a la familia), que en el periodo 1996-2008 suponen como media en torno a un 70% del total. El Sistema Vasco de Garantía de Ingresos, que agrupa a la renta de garantía de ingresos, la prestación complementaria de vivienda y las ayudas de emergencia social, aportaba un 13% en 2008 y ha aumentado su participación en las prestaciones sociales hasta el 17% durante la crisis.