MADRID. El organismo ha superado con creces su objetivo de emisión, ya que esperaba captar entre 4.000 y 5.000 millones de euros en la emisión. La demanda, por su parte, ha sido alta y ha superado los 11.000 millones.

En concreto, el organismo ha vendido 3.526,54 millones de los 6.336,55 millones pedidos por el mercado en una referencia nueva a cinco años con cupón del 2,75% y vencimiento a 30 de abril de 2019. De hecho, la demanda ha superado en 1,8 veces lo colocado.

El interés medio de este nuevo bono se ha situado en el 2,382%, mientras que el marginal ha sido del 2,411%. Las cifras no son comparables por tratarse de una referencia nueva, aunque en diciembre el Tesoro vendió otro bono a cinco años con intereses más altos (2,722% de tipo medio y 2,740% de tipo marginal). De hecho, al analizar la serie histórica se ve que nunca el Tesoro ha ofrecido un interés tan bajo por el papel a cinco años.

Por otro lado, el organismo ha colocado 1.760,55 millones de los 4.756,34 millones demandados por los inversores en obligaciones a 15 años, con cupón del 5,15% y vida hasta el 31 de octubre de 2028. De esta forma, la demanda ha superado en 2,7 veces lo vendido, igual que en la anterior ocasión.

En este caso, los intereses se han moderado respecto a la última subasta de este mismo bono (septiembre) y se han situado en el nivel más bajo desde el año 2005. En concreto, la rentabilidad media ha pasado del 4,809% de septiembre al 4,192% actual, mientras que la marginal ha bajado al 4,198% desde el 4,829%.

En cualquier caso, el organismo ha cerrado con éxito la primera subasta del año y ha logrado sacar partido al buen momento que atraviesan los mercados, con la prima de riesgo estable en el entorno de los 180 puntos básicos y la rentabilidad en el 3,73%.

ESTRATEGIA DEL TESORO

También es la primera emisión desde que se conoce la estrategia del Tesoro para 2014, que pasa por realizar emisiones netas por valor de 65.000 millones este año, lo que supone un 10% menos que el año pasado (unos 72.000 millones).

A lo largo del ejercicio, no se cambiarán las modalidades de emisión de instrumentos de deuda y se intentará abaratar el coste, mantener o ampliar la vida media de la deuda y diversificar la base inversora. Así, el organismo cubrirá la mayor parte de sus emisiones mediante subastas ordinarias de bonos y obligaciones, siguiendo el calendario habitual anunciado a principios de año.