madrid. El recibo eléctrico será a partir de enero un 2,3% más caro. El Gobierno de Mariano Rajoy se ha decantado por el incremento más suave de los dos que le propuso Competencia el jueves, de manera que la parte de la tarifa que recoge el precio de la energía se encarecerá un 1,4%, a lo que hay que sumar el incremento del 0,9% que aplica el Ejecutivo a los peajes eléctricos. La nueva tarifa estará en vigor los tres primeros meses de 2014 hasta que en abril se active un nuevo mecanismo para establecer el precio de la luz que podría traer nuevas subidas.
El Gobierno español fijó ayer por decreto el precio de la luz a partir de enero, después de dos semanas de polémica en las que el propio Rajoy ha tenido que salir al paso de una subasta que hubiera disparado el gasto de las familias hasta niveles inasumibles. "Intentaremos arreglarlo", dijo el presidente del Gobierno tras conocer que la subasta entre las compañías eléctricas se había cerrado con un incremento del 11% en la tarifa que pagan casi veinte millones de hogares en el Estado español.
El ministerio de Industria pidió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que anulara la subasta y le encargó la elaboración de una propuesta para que la factura subiera de una manera más moderada. Entre las dos propuestas del regulador para la parte del recibo que se corresponde con el coste de la energía, el Ejecutivo ha escogido la más baja del 1,4% frente a la mayor del 2,9%.
A esta cifra hay que sumar un incremento extra de casi un punto porcentual, derivado de la subida aplicada por Industria a los llamados peajes eléctricos -coste de transporte y distribución de la energía-. Por tanto, 2014 llega con una subida total del recibo de la luz del 2,3%, lo que para una factura media de 77 euros supone 1,77 euros más al mes y algo más de 5 euros en el conjunto del primer trimestre, según cálculos de Facua.
El arreglo de Rajoy evita que el recibo se dispare pero no soluciona el problema del Gobierno español con las compañías eléctricas, a las que debe 30.000 millones por el llamado déficit de tarifa -la diferencia acumulada desde el año 2000 entre lo que cuesta la energía y lo que se paga a las eléctricas-, y que ya han criticado el parche propuesto para enero. La patronal del sector Unesa calificó ayer de "precio político" y "artificial" el fijado por Rajoy para el primer mes de 2014, y dijo que es un "paso atrás" en la liberalización del mercado eléctrico.
En su reforma energética, el Gobierno dispone que el déficit de tarifa sería costeado año a año entre la administración, los usuarios y las propias empresas, pero el Ejecutivo ha sido el primero en saltarse el compromiso al retirar una partida de 3.600 millones que iba a ir destinada a este fin. La decisión ya generó un gran malestar en las eléctricas, que ahora han visto cómo se pone en duda la legitimidad de su papel en las subastas energéticas.
mecanismo "definitivo" La capacidad de presión de las compañías eléctricas es una pieza importante del puzle que debe construir antes de abril el Gobierno español. El PP ha anunciado un nuevo mecanismo "más transparente" para fijar la tarifa, que deberá estar listo para el segundo trimestre del año, tal y como ha recomendado Competencia y reclaman las empresas del sector. Rajoy explicó ayer que los precios de enero son "transitorios" y solo estarán vigentes el primer trimestre de 2014. En abril entrará en vigor otro "mecanismo definitivo", dijo, del que no obstante no se avanzaron detalles. En cualquier caso, tanto la reforma energética, que prevé trasladar al consumidor una parte del déficit tarifario, como el malestar de las compañías eléctricas auguran nuevos incrementos del recibo a lo largo de 2014.
En solo nueve meses la luz ha subido cerca del 10% tras las revisiones que tuvieron lugar en octubre y agosto, del 3%, y en julio, del 1,2%. Desde 2006, la tarifa eléctrica ha subido un 70% y prácticamente se ha duplicado en una década.
Tanto los partidos de oposición como los sindicatos y las asociaciones de usuarios criticaron la decisión del Gobierno. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indicó que la subida del 2,3% sigue siendo "excesiva" ya que no responde al coste real de producir la energía. La asociación subraya que la decisión de Rajoy de dar marcha atrás al tarifazo no está motivada por el respeto a los consumidores ni a la libre competencia, sino por "el simple temor a un estallido social".
Facua, por su parte, manifestó su rechazo a una subida de la luz que "no tiene ninguna justificación". "Más allá del parche" anunciado ayer, Facua reclama un nuevo sistema de cálculo de los precios eléctricos en el que sea el propio Gobierno el que fije y regule al 100% la tarifa eléctrica.
En el mismo sentido, UGT pidió que se aborde "con urgencia", una "auténtica reforma del sistema de precios de la energía mediante el diálogo social, para aproximar la tarifa a los países del entorno".