vitoria. El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, incluirá a partir del próximo año varias estadísticas ligadas en mayor o menor medida con los efectos de la crisis. La mayoría estarán vinculadas a la vertiente más social de la recesión: los recursos disponibles por las personas sin hogar, problemas sociales en las familias o un panel de renta, salud y nutrición de los hogares, entre otros. Sin embargo, también se realizarán encuestas para calcular el PIB de cada municipio así como la riqueza que generan las cooperativas, una parte muy importante de la economía vasca que acaba de recibir la fuerte sacudida de la caída de Fagor.

El objetivo de los sistemas estadísticos públicos es ayudar a los gobiernos a la hora de definir las políticas públicas y en este momento una de las prioridades es atender a los más desfavorecidos. El Departamento vasco de Hacienda y Finanzas es el encargado de diseñar la hoja de ruta del Eustat y subraya que un buen esquema estadístico "disminuye los riesgos de la planificación a medio y largo plazo" y proporciona "indicadores cuantitativos" para "evaluar las actuaciones" del Ejecutivo vasco y reorientarlas hacia las necesidades de la sociedad.

El consejo de gobierno del Ejecutivo vasco aprobó hace unas semanas el Proyecto de Ley del Plan Vasco de Estadística 2014-2017, que será aprobado tras el parón navideño por el Parlamento, previsiblemente en febrero. Estos planes cuatrianuales son la base sobre la que realiza su actividad el Eustat, que afronta la séptima renovación de su patrón estadístico y lo hace en un momento delicado, en el de la salida de la crisis.

Como el conjunto de la Administración General Vasca, el Instituto de Estadística está en pleno proceso de ajuste presupuestario y ha logrado una reducción del gasto del 26%. El presupuesto de los próximos cuatro años ascenderá a 72,3 millones de euros, mientras que el anterior programa -a costes actualizados- rozan los 98 millones.

"Hacemos más con menos", subraya su director, Josu Iradi, que explica que la mayor parte del ahorro se ha logrado a través de mejoras en la metodología de elaboración de las encuestas y del aumento de la productividad. De hecho, el nuevo programa marco apostará por un modelo de captación de datos más centrado en los registros de la administración para reducir la carga de los informantes, que están obligados a responder las encuestas aunque no siempre se detecta el mismo interés. El uso combinado de los datos públicos y la información que proporciona los ciudadanos también supondrá un ahorro, debido a que se reducirán las labores de campo.

Entre las 32 nuevas estadísticas hay varias que ayudaran a las administraciones a definir sus políticas sociales con la exposición de datos como la nutrición, la renta y la salud en los hogares, el nivel asistencial de las personas sin hogar o los problemas de las familias. También habrá una operación sobre el impacto medioambiental de las emisiones a la atmósfera.

Eustat ha elaborado el Proyecto de Ley del Plan en colaboración con el Gobierno Vasco, las diputaciones forales y los ayuntamientos precisamente para afinar la herramienta lo máximo posible con las administraciones que deben definir las políticas públicas.

También han participado diferentes agentes sociales -asociaciones empresariales, sindicatos, cámaras de comercio, consumidores, Universidades- a través de los diferentes grupos de trabajo formados bajo el amparo del Consejo Vasco de Estadística.

Por ello, la Ley del Plan Vasco de Estadística es el resultado del "consenso" alcanzado entre los diferentes agentes sociales sobre las necesidades de información estadística para los próximos cuatro años, un periodo que estará muy marcado por la salida de la crisis.