Bilbao. En la que fue la primera de las tres jornadas de huelga convocada por los sindicatos ELA y CCOO en Euskaltel, el máximo dirigente de Kutxabank -primer accionista de Euskaltel-, salió en defensa de los planes de la empresa telefónica. Mario Fernández, presidente del banco, aseguró que el plan de gestión de Euskaltel no incluye "ninguna operación de desinversión", sino que es un plan que apuesta por la sostenibilidad de la firma de comunicaciones.

Durante la presentación del convenio entre Cebek y Kutxabank, el dirigente bancario aseguró, preguntado por una posible venta de la operadora, que en este momento "no hay planteada más operación que seguir haciendo rentable a Euskaltel". El dirigente negó en todo momento que Kutxabank tenga previsto vender más acciones de Euskaltel. El plan de gestión de la empresa "no incluye ninguna operación de desinversión", dijo.

Sobre la polémica de los últimos días -la decisión de Euskaltel de externalizar su área de sistemas informáticos- Fernández aseguró que, si para ser sostenibles, "es necesario realizar actividades que ahora se realizan dentro, externalizándolas, es lo que hace todo el mundo". Según esgrimió eso es "de lo que se está hablando" en Euskaltel, "simplemente que determinados trabajos son más baratos encargados a alguien". "El planteamiento de la compañía es hacer rentable la empresa y ser competitiva para poder hacer frente a los grandes monstruos competidores" argumentó tras señalar que Euskaltel tiene su propio equipo gestor que es el que toma las decisiones.

Esos planes de la dirección de externalizar servicios son los que han motivado precisamente que los sindicatos mayoritarios en Euskaltel, CCOO y ELA celebraran ayer la primera de las tres jornadas de huelga previstas. Los sindicatos denuncian que esa medida traerá como consecuencia el despido de 40 trabajadores. Las centrales cifraron ayer en el 80% el seguimiento del paro mientras la empresa lo dejó en un 48%, al tiempo que destacaba que durante toda la jornada prestó sus servicios de telecomunicaciones con "total normalidad".

Los sindicatos sostienen que esta primera medida forma parte de un proceso más amplio en el que Euskaltel pretende reducir la plantilla en 250 de los cerca de 550 empleos actuales. En cambio, la dirección de la operadora vasca argumenta que esas externalizaciones son "alianzas tecnológicas" con compañías "de referencia" internacional en el sector.

Críticas El sindicato ELA responsabilizó ayer de la situación de Euskaltel a Gobierno vasco, PNV, PSE y Kutxabank. ELA recordó que Euskaltel nació "como empresa de carácter público" controlada por el Gobierno Vasco y las tres cajas de ahorros de Euskadi. Por eso criticaron la venta en 2012, bajo el mandato del lehendakari López, de "parte importante del accionariado". "Se ha pretendido hacer caja, vender lo vendible y llegar hasta la situación actual en que la gestión está llevada por los fondos de inversión", insistió la central.

Para el sindicato abertzale es "una inmoralidad" que la empresa telefónica vasca tenga "un nivel de beneficios tan elevado y pretenda recortar empleo y empeorar las condiciones de trabajo".