Donostia. ¿A qué se deben los cambios que está sufriendo en los últimos tiempos el sector energético?
Estamos en un momento histórico en el mundo de la energía porque por primera vez en la historia de la Humanidad producir energías renovables es más barato que utilizar energías fósiles y, por tanto, es el momento de realizar cambios en la política energética de los países. España está inmersa en un profundo cambio en cuanto a que multitud de normas están siendo modificadas en este momento, justo en la dirección contraria a la situación internacional.
¿Parece que las energías renovables están a la baja?
No están a la baja, sino que en España se están aniquilando las energías renovables y se está dinamitando toda la inversión que se ha hecho en los últimos años y que supera los 50.000 millones de euros. El Gobierno del PP no ha hecho más que ahondar en las medidas retroactivas que comenzaron a aplicarse en 2010 con el Gobierno socialista. Esto es algo demoledor para las energías renovables porque no tienen prácticamente costes variables, ya que casi todos son fijos y se producen justo en el mismo momento de la inversión inicial. En vez de adaptar a las energías fósiles en un nuevo modelo basado en las renovables, se les obliga y encorseta a un modelo que está diseñado para las fósiles, basado en costes variables muy fuertes y cambios en el precio del combustible muy rápidos.
¿Sin embargo, el Gobierno culpa a las renovables del aumento de la factura eléctrica?
Es una cosa bastante fácil de contravenir porque a día de hoy, las primas a las energías renovables en el recibo de la luz significan el 16% de la factura, que en los últimos cinco años ha subido un 80%. Parece un poco difícil que sean las principales culpables de algo que solo supone el 16%. De hecho, el Tribunal Supremo ha ratificado una sentencia de la Audiencia Nacional que condenaba a las eléctricas a financiar el famoso déficit de tarifa eléctrica. Considera que el déficit tiene mucho que ver con las centrales que se pusieron en marcha con la liberalización del sector antes de 1997 y que, según ha dicho la propia CE, están recibiendo pagos excesivos. Son las centrales nucleares y las grandes centrales hidráulicas, construidas antes de los años 80 en su inmensa mayoría, y que están recibiendo los mismos pagos que las centrales de gas.
¿Tampoco las operadoras eléctricas están conformes con la reforma?
Sí, pero con la boca pequeña. Se puede ver la evolución en Bolsa de todas las compañías eléctricas desde que se aprobó la reforma en el mes de junio hasta ahora y es espectacular. No hay más que ver sus cuentas de resultados que están presentando ahora para darse cuenta de que el impacto no es intenso.
¿A qué se debe este cambio por parte del Gobierno?
En mi opinión, a que ha habido unos errores en el desarrollo de inversiones en los últimos años. En España, haciendo un símil con la burbuja inmobilaria, nos hemos pasado en las inversiones de centrales de gas. Hace poco más de diez años no había ni una sola central de gas y, ahora mismo, el 25% del parque total generador instalado es de gas. Esta inversión se hizo pensando que la demanda eléctrica iba a seguir creciendo a los ritmos previos a la crisis y lo que ha ocurrido no solo es que no ha sido así, sino que además ha decrecido. Estas centrales están siendo claramente desplazadas por las renovables que además son claramente más baratas que el gas. Las compañías eléctricas se encuentran con unas inversiones que ahora mismo no pueden amortizar.
Se trata de pagar una sobrecapacidad de producción...
La reforma eléctrica tiene tres principios fundamentales. En primer lugar, hacer un ajuste automático para que no se vuelva a generar déficit de tarifa. Este ajuste automático es bastante poco creíble porque todos los gobiernos desde el año 2009 llevan poniendo en el BOE que no va haber déficit de tarifa y, año tras año, se contradicen ellos mismos. El propio ministro Soria, a principios de agosto, decía que no iba a haber déficit de tarifa y, a finales de septiembre, hablaba ya de entre 2.000 y 3.000 millones de euros para este año. En un mes apareció esa cantidad. El segundo objetivo es aniquilar las renovables y cambiar totalmente las reglas de juego y el tercero, impedir el autoconsumo. El autoabastecimiento permite ahorros del orden del 40% de la factura eléctrica.
¿Habrá que animar a los ciudadanos a que opten por ese sistema?
Pues el Gobierno ha hecho justamente lo contrario: criminalizar esa actividad. El Gobierno ha ideado lo que se podría denominar un impuesto al sol que penaliza la energía que produces en el tejado de tu casa, aunque sea para autoconsumo. El descenso en el consumo de la red se ve gravado con lo que se llama peaje de respaldo y que está pensando para que esos usuarios no sean "insolidarios" como les llama el Gobierno. Es decir, que no dejen de pagar los costes del sistema eléctrico. Esto es tan absurdo que ha sido motivo de mofa a nivel internacional.
¿Se va a contracorriente?
Lo que está haciendo este Gobierno es proteger un negocio tradicional de una serie de compañías y no permitir un cambio tecnológico que arrasa con la tecnología existente. Se está poniendo barreras de todo tipo para que no se desarrolle. Se puede multar a un ciudadano hasta con 60 millones de euros por tener una placa que produce menos energía que la consumida por un frigorífico.
¿Tenemos un Gobierno del PP vendido, por un lado, a la banca, y por el otro, a las eléctricas?
No sé si vendido por separado o a ambas a la vez porque tienen intereses, consejeros y accionistas comunes. Lo que es clarísimo es que este Gobierno no está apostando por el necesario cambio de modelo energético. El cambio de modelo energético tiene muchas razones. El año pasado, España importó hidrocarburos por valor de 45.000 millones de euros, es decir, el 4,5% del PIB. Más de un 80% de su energía depende de países tan inestables como Nigeria, Catar, Rusia, Argelia. Además de que, según el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética del Gobierno del año 2011 sumado al Plan de Energías Renovables hasta el año 2020 en España estaba prevista la creación de un millón y medio de puestos de trabajo sin ningún tipo de subvención. Que alguien me diga si conoce algún sector que sea capaz de crear esa cantidad de puestos de trabajo en España sin que reciba subvenciones, que no sea el inmobiliario.
jorge morales de labra
asociación de productores de Energías renovables (APPA)
"El Gobierno está dinamitando todas las inversiones hechas en energías renovables"
"El Gobierno está dinamitando todas las inversiones hechas en energías renovables"
"Las energías renovables solo suponen el 16%
de la factura eléctrica,
que en los últimos años ha subido un 80%"
"Con el Plan de Energías Renovables se iban a crear hasta 2020 un millón y medio de puestos de trabajo"