bilbao. La crisis y los nuevos ritmos de trabajo están incrementando el estrés laboral. Según datos que dio a conocer ayer el Gobierno Vasco, uno de cada cuatro empleados de la Unión Europea padece estrés en su puesto de trabajo, una nueva dolencia que está detrás ya de la mitad de las bajas en Europa. Por ello, el consejero de Empleo, Juan María Aburto, defendió que se incluya el estrés en los planes de prevención para evitar que se siga extendiendo.

El titular de Empleo y Políticas Sociales participó ayer en unas jornadas que organiza Osalan sobre psicología laboral, en las que 400 expertos tratan los nuevos riesgos psicosociales derivados de la mayor presión y carga de trabajo que sufren muchos trabajadores. Se trata de males difíciles de detectar a simple vista pero cada vez más frecuentes, como recordó ayer Lakua y vienen denunciando los agentes sociales.

Según Osalan, el estrés emerge como problema para la salud como producto de un "estilo de vida con más prisas, mayores contratiempos y horarios laborales cada vez más ajustados". "Las consecuencias de la crisis sobre el empleo está empeorando esta situación". No deja de resultar paradójico que a pesar de que el paro está aumentando por la falta de consumo en muchas empresas se trabajen cada vez más horas. Aunque Euskadi tiene una de las jornadas más cortas del Estado, el total de horas efectivas anuales ha repuntado ligeramente desde 2010. La mayor precariedad de los nuevos contratos o el miedo a perder el empleo son otros factores que contribuyen a aumentar la presión. Aburto destacó ayer que el estrés que sufren los trabajadores ha aumentado durante la crisis y apostó por modificar cuestiones como la organización del trabajo, el estilo de mando o en el proceso de toma de decisiones para minimizar riesgos. Según el consejero, uno de cada cuatro trabajadores de la UE sufre estrés, lo que puede dar lugar a problemas de salud más graves.

El estrés puede estar detrás de malas posturas, que están originando un incremento de las lesiones musculoesqueléticas, uno de los problemas más habituales hoy en día junto a las sorderas profesionales. Además, en la construcción o la industria el estrés puede llevar a no cumplir las medidas de seguridad.

"El estrés se puede prevenir a través de la mejora de la comunicación, el fomento de la participación en la empresa, la cohesión de los equipos de trabajo o las relaciones personales", dijo Aburto. Sin embargo, las presiones en el trabajo no vienen solo por un exceso de carga de trabajo. En Euskadi, los servicios de prevención han contabilizado 253 conflictos psicosociales entre 2008 y 2010, de los cuales 63 se identificaron como estrés, 54 como acoso laboral y otros 50 estaban relacionados con violencia en el trabajo. Precisamente el objetivo del Gobierno Vasco es mejorar la capacidad de los servicios de prevención de frenar el estrés, para lo que se elaborará una guía a fin de que identifiquen este tipo de riesgos en las empresas.

El estrés y la presión en el trabajo emergen como uno de los grandes enemigos de la salud y la seguridad laboral. Foto: juan lazkano

Las prisas, los horarios ajustados y la mayor carga de trabajo están detrás del repunte del estrés laboral