Bilbao. El primer cumpleaños de Laboral Kutxa deja como balance doce meses provechosos para la caja creada fruto de la fusión de Caja Laboral e Ipar Kutxa. La cooperativa de crédito está cerca de lograr el objetivo de beneficio anual que se autoexigió para su primer ejercicio completo y además ha culminado en el plazo establecido la integración operativa total de sus sistemas.
Con esa integración de los sistemas informáticos, activada en octubre, la fusión de las antiguas Caja Laboral e Ipar Kutxa se puede dar por finiquitada. Opera ya como una única entidad a todos los efectos. En noviembre de 2012, hace justo un año, nacía jurídicamente una única entidad que pocos meses después pasó a llamarse Laboral Kutxa. Desde que en marzo de 2012 las dos cooperativas de crédito anunciaran el inicio de la operación, la integración ha cumplido todos los plazos previstos y ahora está cerca de lograr el beneficio estimado.
La meta anual se situó en 100 millones de euros. Según las cifras dadas a conocer la semana pasada, el beneficio obtenido hasta septiembre sumó los 85,8 millones de euros después de impuestos. Hasta junio obtuvo un beneficio neto de 56,4 millones de euros. La cifra es considerable si se tiene en cuenta el contexto de recesión económica en el que se ha obtenido, con los tipos de interés situados en mínimos históricos. Hay un descenso de la actividad bancaria general, unido a los continuos cambios regulatorios. Pese a todo, desde la caja cooperativa vasca se incidió en que han sido capaces de generar "ingresos recurrentes" y todo ello con un "buen comportamiento del negocio típico bancario".
Integrada en la Corporación Mondragón, la crisis desatada por la caída de Fagor no les ha sido ajena. Según fuentes consultadas por este periódico, la exposición real de la caja a Fagor Electrodomésticos es mínima, por lo que no temen las consecuencias de una posible liquidación. Más preocupantes son los ataques a la reputación del modelo cooperativo que se han sucedido en los últimos días.
Ante eso, la entidad responde con sus cifras. En solvencia, en liquidez y en morosidad, destaca por encima de la media española. Medida en términos de Capital Principal, la solvencia de la entidad se sitúa en el 11,13%, superando ampliamente el mínimo del 9% que las normas bancarias exigirán a partir de enero de 2013. En cuanto a la morosidad, la que padece Laboral Kutxa es sensiblemente inferior a la media del sector. La mora en la caja alcanza, al tercer trimestre del año, el 8,67%, mientras la media del Estado está en el 12,23%. En esos tres trimestres el ratio de depósitos sobre créditos concedidos alcanzó el 92,1% en esta cooperativa.
El sistema financiero español sigue muy castigado por su exposición al ladrillo, trampa en la que las entidades vascas en general no cayeron con la misma fuerza. Laboral Kutxa goza de buena salud si se atienden a sus propios datos y a los análisis de las principales agencias de calificación. Tanto Fitch como Moody's califican la calidad de la entidad con la más alta puntuación posible, teniendo en cuenta la nota que tiene el Reino de España, al ser una entidad que opera en el Estado.
La agencia de calificación Moody's revisó en octubre la calificación de Laboral Kutxa manteniendo tanto su rating de largo plazo en Ba1. Por su parte, este mismo mes Fitch confirmó el rating a largo plazo de Laboral Kutxa con una calificación de BBB y revisó al alza la perspectiva futura, calificándola como estable. Fitch basa la confirmación del actual rating en la fortaleza individual de Laboral Kutxa y en su adecuado perfil financiero. Estas calificaciones siguen situando a Laboral Kutxa como una de las siete entidades financieras del Estado con mejor calificación, a la altura de entidades como Kutxabank o La Caixa.
Fusión de oficinas La fusión de estas dos cajas vascas ha supuesto el solapamiento de varias oficinas en diversas localidades en las que hasta 2012 competían -especialmente en Bizkaia y Araba, dónde estaba más asentada Ipar Kutxa-. Allí donde Caja Laboral e Ipar Kutxa tenían dos oficinas se ha optado, en muchos de los casos, por cerrar una de las dos y operar con una sola, reformándola e incorporando a Lagun Aro. Política que, por otro lado, ha recortado considerablemente los costes.
Fruto de ese proceso, la entidad ha reducido sus oficinas a 390. La cooperativa cuenta, un año después de su nacimiento, con un total de 25.500 millones de euros en activos, más de 1.300.000 clientes y 2.284 socios de trabajo, y tiene presencia en los mercados de la CAV, Nafarroa, Aragón, Rioja, Castilla y León, Cantabria, Asturias y Madrid.
Precisamente en Euskal Herria es donde mayor implantación tiene esta cooperativa. En Nafarroa, probablemente ante la adquisición de Can por parte de La Caixa, Laboral Kutxa ha experimentado un crecimiento en los últimos meses.
Fotografía reciente de una de las sedes de la caja. Foto: Zigor Alkorta
Con la integración
de sistemas opera ya como una única entidad a todos los efectos
Moody's y Fitch colocan a la caja como una
de las entidades más solvente del Estado