GASTEIZ. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha hecho referencia a las "cientos de empresas con miles de trabajadores" que trabajan en actividades vinculadas a Fagor Electrodomésticos que van a resultar afectadas por la "crisis sistémica" de la empresa cooperativa, y ha recordado que el ejecutivo dispone de "instrumentos y programas de actuación a su servicio". "Será duro y costoso pero vamos a superar esta situación", ha asegurado.
Urkullu ha realizado estas declaraciones en el pleno de control al Gobierno vasco que se están celebrando en el Parlamento vasco en respuesta a dos preguntas y una interpelación sobre la actuación del Gobierno vasco en el caso de la empresa Fagor formuladas por el parlamentario de EH Bildu Oskar Matute, el parlamentario del PSE Vicente Reyes, y el portavoz del grupo parlamentario del PP, Borja Sémper.
Ante la actual situación de "conmoción" de la sociedad vasca por la situación de la empresa, Urkullu ha apostado por "mantener la misma estrategia, orientada ahora a minimizar el impacto social y mantener la actividad que resulte viable" y ha señalado que el Ejecutivo va a "proponer soluciones", no solo a Fagor sino también a la Corporación Mondragón, entidades financieras, así como a todas las instituciones públicas.
Según ha adelantado, actualmente hay dos líneas de trabajo activas: por una parte el Departamento de Empleo a través de Lanbide, que ha pedido a la empresa información sobre el "impacto global de la empresa para establecer las medidas adaptadas a necesidades y perfiles de las personas afectadas", y por otro, el Departamento de Desarrollo Económico con la dirección de Desarrollo Industrial, con un plan de medidas de Política industrial en el corto y medio plazo para las empresas afectadas. "Tenemos el compromiso de ayudar a todas las empresas perjudicadas", ha reiterado.
El lehendakari ha hecho referencia a las "cientos de empresas con miles de trabajadores" que trabajan en actividades vinculadas a Fagor Electrodomésticos "que también va a sufrir esta crisis de forma directa o indirecta", ya que "se trata de una crisis sistémica con unas repercusiones muy superiores a la propia empresa Fagor y a sus cooperativistas". "El Gobierno vasco se debe a esas miles de personas, tenemos instrumentos y programas de actuación a su servicio", ha recordado antes de reconocer que "será duro y costoso pero vamos a superar esta situación".
Urkullu ha señalado que han llegado a una situación "no deseada" y ha subrayado que todas las instituciones públicas "nos encontramos en la misma situación" por lo que "lo deseable es que la estrategia siga siendo conjunta, primando los objetivos que compartimos, minimizando el impacto y efecto sobre el empleo en esta empresa y en todo su entorno, incluido sus proveedores y empresas auxiliares". "Junto a ellos, vamos a trabajar para mantener la actividad que cuente con valor añadido y que pueda ser viable. Vamos a seguir comprometidos", ha insistido.
El lehendakari ha defendido que la estrategia del gobierno respecto a Fagor ha sido "muy clara", ya que "hemos escuchado sus problemas, recibido información de sus planes, conocido en plan de viabilidad, y basándonos en este plan, le hemos concedido ayudas y estamos dispuestos a seguir dándoselas", ha asegurado. Asimismo, ha defendido que "todas las actuaciones del Ejecutivo se han ajustado de forma estricta al marco legal" con el objetivo de "tratar de garantizar la viabilidad de la empresa".
Según ha recordado, hace once meses el Gobierno se comprometió con Fagor, destinando 25 millones al plan de viabilidad que se les presentó, cifrado en un total de 263 millones de euros. Este plan, que ha calificado de "ambicioso y ajustado en cantidades y tiempos", establecía como objetivos lograr un acuerdo estratégico con la empresa china Haier para fabricar la línea blanca en la planta de Polonia, desinvertir en las líneas de las plantas de Francia y consolidar lasa líneas de mayor valor añadido en las plantas de Arrasate.
Asimismo, para conseguir los fondos necesarios contaba con un préstamo participado de 40 millones a través del programa Ekarpen, a aprobar por el Gobierno vasco por una cuantía de 25 millones y de otros 15 millones por parte de entidades financieras, así como un préstamo de 60 millones del Instituto de Crédito Oficial (ICO) en apoyo a la única empresa del sector de electrodomésticos en el Estado. "La empresa contaba con un compromiso verbal del Ministerio para acceder a este préstamo", ha asegurado.
ACTUACION CON "GARANTIAS"
"Coparticipamos en la decisión, hicimos lo que teníamos que hacer: ayudar a garantizar la viabilidad de la empresa", ha defendido antes de asegurar que lo hizo "con garantías de la propia Corporación Mondragón y de Fagor Electrodomésticos, ya que ambas se veían capaces de garantizar el futuro de la firma, y lo hacían con compromiso financiero".
Urkullu ha explicado que cinco meses después, en mayo de 2013, la Corporación Mondragón se ve en la obligación de realizar una nueva dotación de 70 millones de euros, ya que las dificultades económica y financieras de Fagor "se mantienen y no remontan, sino que empeoran "por lo que debe cubrir las necesidades de financiación urgentes, ya que la empresa no había logrado todavía el préstamo de ICO.
En octubre, la empresa presenta un nuevo plan de viabilidad a la Corporación para proceder a una reestructuración ordenada, esta vez con unas necesidades de financiación de 170 millones de euros. El Consejo general de Mondragón aprueba realizar una primera aportación de 50 millones pero una semana más tarde decide denegar esa aportación por lo que la empresa toma la decisión de iniciar el preconcurso de acreedores en San Sebastián.
CRITICAS
El parlamentario de EH Bildu Oskar Matute ha acusado al Gobierno de "falta de liderazgo, rumbo y estrategia" para hacer frente a la situación de Fagor criticando que limite sus actuaciones en el marco legal, ya que cree que este marco es "impuesto y desequilibrado" porque "favorece los intereses empresariales en detrimento de los sociales". "Ha optado por ser notario y no por tener una posición activa", ha indicado.
Por su parte, el parlamentario del PSE Vicente Reyes ha criticado que el Ejecutivo ha concedido dinero público "sin disponer de los informes exigibles" y que luego la empresa "se lo ha gastado en lo que no debía, sin que el Gobierno vasco pudiera controlar esto, dando como resultado que el Ejecutivo cuente con 37 millones menos". "Usted ha cometido una ingenuidad como gobernante al no actuar con diligencia", ha asegurado.
El portavoz parlamentario del PP, Borja Semper, ha afirmado que el Gobierno de Urkullu se ha visto "desbordado", ya que la situación "les ha venido grande" porque "no han dado la talla" y "su actitud no ha sido seria". Además, ha solicitado que detalle cómo controla en dinero público que destinan a una empresa porque cree que el ejecutivo "no gestiona correctamente".