BILBAO. El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, criticó ayer que se apele a la confrontación social como causa de la reciente marcha de Tubacex a Cantabria, y afirmó que "en modo alguno" la explicación de la deslocalización de la inversión de la compañía alavesa "se puede basar en la presunta confrontación laboral y social".
Muñoz se refirió de esta forma a la marcha de la empresa Tubacex a la localidad de Marina de Cudeyo, próxima a Santander, donde levantará una factoría para la transformación los tubos inoxidables fabricados en el Valle de Ayala. Tras mostrarse "harto" de ver a la "gente del Gobierno [vasco]" que "da por bueno todo lo que viene y está empobreciendo a la sociedad a pasos agigantados", el líder sindical censuró que a la sociedad "se le diga que pasa lo que pasa por la confrontación social".
"¿Quién confronta con quién?", se preguntó el líder de ELA, para añadir que los que confrontan con los sindicatos son "los gobiernos y el capital", y que las centrales "intentamos defendernos para mantener lo que tenemos ahora".
A su juicio, "que un Gobierno que ha perdido todo el equilibrio social, intente salir airoso trasladando a la gente que la culpabilidad de las decisiones empresariales, que buscan ganar dinero en cualquier sitio, se concreta en el ámbito de la confrontación social, es una auténtica majadería".
Por otra parte, la jornada de huelga convocada ayer en Lanbide por ELA y LAB para pedir al Gobierno vasco que se siente a negociar fue secundada por más del 70% de sus trabajadores por lo que, según los sindicatos, la mayoría de las oficinas del Servicio Vasco de Empleo permanecieron cerradas. Además, los huelguistas se manifestaron en Gasteiz, en protesta por los recortes de plantilla anunciados por el Gobierno vasco, que pueden suponer 200 puestos de trabajo -cerca de 80 según el Gobierno Vasco- de una plantilla de poco más de 800 personas.