madrid. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, valoró ayer positivamente las reformas que han realizado los países "de la periferia", y citó a España, Portugal e Irlanda, que según el mandatario europeo han sido las economías que más han mejorado su competitividad desde 2010. Aunque medidas como la moderación salarial o el abaratamiento del despido siguen sin reactivar el mercado laboral español, Bruselas mantiene que esa debe ser la línea a seguir para reducir el paro, incluso Van Rompuy propuso ayer extender estas recetas a otros estados "del norte" de Europa.

El presidente del Consejo Europeo, que reúne a los 28 jefes de Estado de la Unión Europea, celebró ayer la estabilidad lograda en la zona euro en los últimos meses y que se hayan dejado atrás las dudas sobre el futuro de la moneda única, algo en lo que han sido decisivas las medidas de austeridad impulsadas desde Alemania, según Van Rompuy. "La historia dará cuenta del importante papel que la canciller Angela Merkel y otros han tenido en este logro", señaló en declaraciones recogidas por Efe durante uno de los actos organizados ayer con motivo del aniversario de la caída del Muro de Berlín. En la capital germana, el líder del Consejo Europeo reconoció las dificultades de aplicar las políticas de ajuste, y citó en este sentido las críticas de los partidos de oposición, pero destacó la "solidaridad sin precedentes" entre los socios europeos durante la crisis, algo que a su juicio ha servido para dejar atrás el "riesgo existencial" de la eurozona.

Entre las medidas adoptadas, destacó el camino emprendido por los países "de la periferia" más afectados por la crisis, como España, Portugal o Irlanda, y celebró la mejoría de la productividad lograda en estos países los últimos años y sobre todo a raíz de 2010, cuando en el caso del Estado español comenzaron los primeros recortes aplicados por el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, como la congelación de las pensiones o la reducción de sueldos en el sector público. Desde entonces España viene realizando reformas para contener el crecimiento de los salarios, que han dado como resultado una caída en cuatro años de casi el 10% en la renta disponible de las familias españolas, lo que ha paralizado el consumo y la actividad económica y enviado al paro a miles de trabajadores.

Igualmente, las medidas adoptadas los últimos años por el Gobierno de Portugal han ido en la misma línea, y de hecho recientemente se han aprobado nuevos ajustes en las pensiones y en los salarios de los empleados públicos de cara a 2014.

Pero el frenazo del consumo es un peaje que los países del sur de Europa pueden soportar, según Bruselas, ya que esto les está permitiendo ganar en competitividad y atraer inversiones. De hecho, Europa sigue reclamando a España que profundice en la última reforma laboral con un despido más fácil y contratos más flexibles para la juventud. Incluso ayer Van Rompuy abogó por aplicar este tipo de medidas también a otros países que ahora tienen tasas de paro más moderadas, ya que "todo lo que sube puede bajar", dijo dando a entender que ningún estado está libre de la crisis.

Además de los recortes en el terreno laboral, Van Rompuy valoró ayer los ajustes del gasto público en los países más endeudados ya que "resolver el problema de exceso de deuda soberana con más deuda simplemente no funciona", dijo.

Van Rompuy explicó que entre los próximos pasos de la UE destaca la importancia del Consejo Europeo de diciembre, donde se abordará la unión bancaria y los acuerdos para realizar nuevas reformas que incrementen la competitividad y el empleo. En este sentido, el martes tendrá lugar en París una reunión con la presencia de los líderes de los socios de la Unión Europea para abordar el problema del paro juvenil, asunto para el que Europa pretende destinar cerca de 45.000 millones de euros de aquí a 2015.