Vitoria. La reforma de pensiones que quiere aprobar el Gobierno español el año que viene va a dar lugar a un importante ajuste en las prestaciones que será mayor o menor en función de lo que varíe el IPC los próximos años. El hecho de desligar la subida de las pensiones de la evolución de los precios -se garantiza una subida del 0,25%- hará que los pensionistas vascos pierdan de media entre 49 y 190 euros al mes de poder adquisitivo entre 2014 y 2019, siempre que en ese periodo el saldo de la Seguridad Social sea negativo como prevé el propio Ejecutivo.

El Gobierno del PP se apoya en una fórmula dispuesta por el comité de expertos para recortar 33.000 en el gasto en pensiones de aquí a 2022. El Gobierno ha hecho el cálculo sobre ese periodo en el informe enviado al Consejo Económico y Social (CES), que estudia la reforma antes de ser enviada al Pacto de Toledo. El dicho informe se estima que las pensiones subirán el mínimo, es decir un 0,25%, entre 2014 y 2019, debido a que la diferencia entre ingresos y gastos del sistema seguirá siendo negativa.

Por tanto, es relativamente sencillo saber cuánto perderá la pensión media de Euskadi -en agosto 1.060 euros- en relación al método de revalorización ligado al IPC simplemente restando a la subida de precios entre 2014 y 2019 lo que efectivamente subirán las prestaciones -el 0,25%-. Así, en caso de que entre 2014 y 2019 los precios suban un 1% la pensión media de Euskadi perderá 49 euros al mes, lo que equivale a 689 euros al año en 14 pagas.

IPC superior al 1,5% Pero si se aprueba la reforma tal y como está diseñada a día de hoy probablemente el escenario será aún peor para los pensionistas. El Gobierno español calcula que los precios subirán incluso por encima del 1,5% hasta 2016. Por tanto, al menos en los próximos tres años la pérdida puede ser aún mayor, ya que para un IPC del 1,5% la pérdida ascienda a 83 euros al mes y 1.163 al año para la pensión media de Euskadi.

Pero las previsiones de IPC del Gobierno pueden verse desbordadas en caso de que la economía crezca por encima de lo previsto. Así, en caso de que el índice de precios suba un 2% la pérdida de los pensionistas se eleva hasta los 118 euros al mes, lo que equivale a más de 1.600 euros al año.

A partir de aquí los escenarios de subida de precios son más improbables, pero tampoco descabellados. En caso de que el IPC suba un 2,5%, la pensión media de Euskadi perdería en relación al sistema de revalorización actual 153 euros al mes y más de 2.000 cada año, mientras que para un IPC del 3%, la reforma restará a la nómina 190 euros al mes y más de 2.600 al año. Estas cantidades son medias obtenidas para el periodo 2014-2019, de manera que la pérdida se iría acumulando año a año. Para 2020, 2021 y 2022, el informe remitido al CES prevé subidas ligeramente por encima del 0,25%, aunque en ningún caso servirán para recuperar, ni de lejos, el poder adquisitivo perdido los próximos seis años.

En 2019, además, entra en juego el segundo elemento de la reforma, el Factor de Equidad Intergeneracional, que irá reduciendo las nuevas pensiones en función de la esperanza de vida, mecanismo que empezará a generar un ahorro importante al Estado unos años más tarde.

La pensión media en el Estado español, de 858 euros, perdería 40 euros al mes y algo más de 550 cada año hasta 2019 en caso de un IPC del 1%. Para el IPC del 1,5% perdería 83 euros al mes, mientras que en un escenario de inflación del 3%, la pérdida de los pensionistas españoles ascendería a 154 euros al mes, una cifra muy significativa y que puede dejar muy tocadas las pensiones más bajas.