gasteiz. "Garantizar la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo", ese es el objetivo del Gobierno español con la reforma de las pensiones. Al menos eso fue lo que dijo ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien dejó entrever que la reforma no garantizará la revalorización de las prestaciones.
Aunque muchas voces han criticado que habrá pensiones garantizadas pero serán más bajas, el ministro dijo ayer que "no es tanto un tema de menos o más" cuantía sino de que "no se volverá a repetir" la congelación que hubo en el año 2010 -bajo el Gobierno socialista de Zapatero-. Para De Guindos el suelo del 0,25% en el sistema de revalorización anual garantiza que no vuelva a ocurrir. Sin embargo, que no se congelen no significa que los pensionistas no vayan a perder poder adquisitivo, ya que la revalorización anunciada dejará de estar vinculada a la subida de precios y si lo estará a los ingresos y gastos de la Seguridad Social.
Para Jose Mari Uruñuela, miembro de Fevaas, la federación vasca de asociaciones de prejubilados y pensionistas, "la pérdida de poder adquisitivo entre los pensionistas es bestial". A su juicio, ya se ha producido en los últimos años y se perpetuará con la reforma. Además cree que hay que tener en cuenta que aunque se anuncie esa subida del 0,25% anual, los precios han subido mucho más. "Solo hay que ver lo que se han incrementado las facturas de la luz, el agua o el gas, por citar algunas".
Se desligan por tanto del IPC y se fija ese suelo mínimo del 0,25%. "Se va a establecer un sistema que garantiza la sostenibilidad de las pensiones a medio y largo plazo, y que garantiza que nunca se volverán a congelar. Es un modelo que apuntala el futuro del sistema de pensiones" dijo ayer De Guindos. "Cuando se apruebe el factor de sostenibilidad los pensionistas actuales y futuros podrán estar más seguros que actualmente", insistió.
Lo cierto es que la reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno popular permitirá ahorrar a la Seguridad Social cerca de 33.000 millones de euros en los próximos nueve años, como consecuencia de la aplicación del nuevo índice de revalorización que desligará la subida de las pensiones de la evolución del IPC.
También Tomás Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social, aseguró ayer que "se cierra por completo la puerta a cualquier congelación de pensiones o recorte de las prestaciones nominales", y lo hizo ante el presidente de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), Luis Martín Pindado. Ante quien también explicó que la reforma quiere asegurar incrementos continuados y garantizados de las pensiones en los próximos años.
"Eso, en última instancia, es un factor de confianza sobre el futuro del sistema de pensiones de la Seguridad Social. Por tanto, creo que es una reforma que va en la dirección correcta, que garantiza la perdurabilidad y sostenibilidad del sistema", añadió ayer el ministro den Economía.
Para el secretario de Estado de la Seguridad Social, "la viabilidad de un modelo de pensiones de reparto como el español radica en que una generación no agote los recursos presentes y futuros que una sociedad puede generar, y que se asegure que el sistema llegue también a los próximos pensionistas."
Críticas Pero pese al optimismo del Gobierno, son muchas las voces que se elevan para recordar que en la práctica la reforma empobrecerá a los pensionistas. "Según consta en el famoso informe de los expertos, estos recomiendan que los pensionistas perciban una cantidad aproximada a la de su vida activa, y la inmensa mayoría recibimos una reducción del 40%", recuerda Jose Mari Uruñuela, de la federación vasca de asociaciones de prejubilados y pensionistas. "No hay que olvidar además que muchos de los pensionistas vascos viven por debajo del umbral de la pobreza".
Para Uruñuela, "es un disparate" que sindicatos y patronal negocien con el Gobierno sobre el asunto, "cuando no nos representan" y reclama que los pensionistas cuenten como "agentes sociales".
Además, la práctica mayoría de los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados lamentó ayer el cambio en la fórmula de revalorización de las pensiones. El jeltzale Aitor Esteban, dijo no entender la "obsesión del Gobierno de querer vender a la opinión pública" que va a haber una subida continuada de las pensiones cuando está "claro que esto no va a ser así".