Bilbao. El Gobierno de Mariano Rajoy calcula que conseguirá ahorrar unos 33.000 millones de euros desde el año que viene hasta 2022 a través de la reforma de pensiones. Un informe remitido por el Ejecutivo al Consejo Económico y Social español (CES) confirma que la reforma restará capacidad de compra a los pensionistas al menos hasta 2022, dado que el grueso del ahorro lo producirá el nuevo factor de revalorización anual, que desliga la subida de la prestación del IPC con un suelo mínimo del 0,25%. La otra pata de la reforma, el ajuste en las nuevas pensiones en función del incremento de la esperanza de vida, no generará un ahorro importante hasta 2030. El informe remitido al CES detalla el impacto que tendrá la reforma sobre las cuentas del Estado, siempre contando con que los primeros cambios lleguen el año que viene. El plan del Gobierno es introducir ya en 2014 el índice de revalorización anual, que supone el fin de la evolución de la nómina de los pensionistas en relación a la subida de precios y la vincula a los ingresos y gastos de la Seguridad Social. Teniendo en cuenta que las entradas de ingresos vía cotizaciones cada vez son menores y el número de pensionistas cada vez es mayor, las previsiones del propio Ejecutivo apuntan a que la Seguridad Social tendrá números negativos hasta 2016. En caso de que la ecuación planteada en la reforma suponga una revalorización nula, el PP se compromete a subir las pensiones al menos un 0,25%, concesión mínima que realiza con el objetivo de atraer a sindicatos y oposición a un acuerdo. Ese 0,25% en ningún caso garantiza el poder adquisitivo a los pensionistas dado que los precios se mueven actualmente en subidas anuales del entorno del 1,5%. El Gobierno de Madrid quiere que sea ya en 2014 cuando entre en juego este índice de revalorización, de manera que se ahorraría por esta vía algo más de 800 millones el año que viene.