madrid. Tres puntos básicos. Desde marzo de 2012 la diferencia entre las primas de riesgo de España e Italia no había estado tan cerca, casi igualadas. El interés exigido a los bonos españoles con vencimiento a diez años se situaba este viernes en el 4,558% y el de Italia por su parte en el 4,527%. Comparándolos con el exigido a Alemania, la deuda española cerró la jornada con la prima de riesgo en 255,5 puntos básicos y la italiana en 252,5 puntos básicos.

Es una evidencia más de que atrás queda el temor a un eventual rescate de España, algo que espantó a los inversores de su deuda y que provocó que por momentos el interés a diez años superara la temida barrera del 7%. Este dato, que se refleja en la prima de riesgo, está considerado como el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un país.

Pero hay más. Por ejemplo, el regreso de los inversores extranjeros a la deuda española se ha evidenciado, ya que el papel del Estado en manos foráneas ha vuelto a superar los 250.000 millones de euros en julio, su mejor dato desde enero de 2012.

Otro termómetro significativo y simbólico se produjo esta semana en la reunión de los jefes de Estado del G20. A diferencia del año pasado, el paso de España por la cumbre de San Petersburgo se centró en la mejora que experimenta el país en el aspecto económico y no en sus problemas. Ni rastro de las presiones que vivió en Los Cabos, México, cuando se hablaba de un eventual rescate de la economía española.

Mariano Rajoy vivió una cumbre diferente, en un segundo plano. "España no es noticia y de lo que sí se habla es de cuándo saldremos de la recesión", resumió en la rueda de prensa de cierre de la cumbre. "Hoy podemos decir que estamos mucho mejor", insistió. "Y yo espero que el año que viene les pueda decir que 2013 es peor que 2014".

La reunión se saldó con un buen balance para España ya que el conflicto en Siria y el enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia por el tema centraron la reunión y dejaron a un lado los asuntos económicos que Vladimir Putin había planteado en la agenda.

Además, el primer día de la cita el presidente estadounidense, Barack Obama, tuvo un gesto y se acercó a Rajoy y elogió los avances de España. Según fuentes del Gobierno, Obama celebró que las reformas hayan empezado a dar resultados. Un espaldarazo para las políticas del Gobierno de los populares.