vitoria. La banca española se ha convertido en un agujero sin fondo para el Estado y el peaje que se está pagando por su saneamiento está siendo muy alto. Las ayudas directas recibidas por las entidades ascienden a 61.366 millones de euros desde mayo de 2009 hasta hoy. A esa cantidad habría que sumar los avales del Estado a la emisiones de deuda del sector bancario -76.200 millones-, los 2.192 millones de participación pública en el banco malo (Sareb) y los 35.681 millones en garantías destinados a proteger activos -carteras crediticias e inmuebles- en las fusiones, de los que ya se han abonado 6.500 millones.
La cuenta del rescate de la banca no para de crecer, supera los 175.000 millones si se suman todos los conceptos y el retorno de esa inversión a la sociedad no está muy claro. De hecho, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ya ha dado por perdidos 36.000 millones. El Gobierno del PP asegura que la mejoría del sector financiero acabará notándose en la economía y que es el único camino. De ahí que la apuesta sea tan alta: tomando como referencia sólo las ayudas directas, el Estado ya ha invertido el 6% del PIB español en reflotar el sistema bancario. Y el porcentaje roza el 20% si se le suman todos los conceptos.
El Banco de España publicó ayer un informe sobre las ayudas públicas en el proceso de recapitalización del sector, donde se detalla el dinero que ha recibido cada entidad financiera y se recuerda que Caixabank devolvió 971 millones en abril procedentes de los fondos recibidos por la compra de Banca Cívica, la última casa matriz de la ya extinta Caja de Ahorros de Navarra.
El supervisior bancario también recuerda, en relación a los avales concedidos por el Estado a las entidades, que hay que tener en cuenta que, además de suponer un coste para las emisiones que reduce el del Tesoro, son objeto de cancelación a medida que vencen las emisiones. De hecho, a fecha mayo de 2013 se habían devuelto el 48% de los avales concedidos.
La cifra tampoco refleja la participación pública en la Sareb ni los apoyos contingentes formalizados mediante esquemas de protección de carteras de activos (EPA) en algunos procesos de integración, que implican menores necesidades de provisiones para las entidades beneficiarias y, por lo tanto, son un concepto muy diferente al de las inyecciones de capital.
garantías Según el supervisor financiero, estos esquemas han supuesto otorgar garantías parciales a determinadas carteras crediticias e inmuebles adjudicados por un importe total neto contable de 35.681 millones y pueden dar lugar a pérdidas que, en todo caso, no se podrán conocer hasta el final de periodo de vigencia de cada esquema. A 31 de diciembre de 2012, el valor presente de la pérdida agregada actualmente esperada de los EPA alcanza 6.506 millones, que se encuentran provisionados en los estados financieros del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El Banco de España desglosa la cifra global (61.366 millones) y concreta que se han concedido 37.943 millones a través de inyecciones de capital posteriores a la ley de septiembre de 2012, al amparo del programa de asistencia financiera europea; 13.427 millones desde el FROB 2; 7.884 millones a través del FGD y otras aportaciones; 1.135 millones en bonos convertibles contingentes; y 977 a través del FROB 1 por las preferentes.