Amsterdam. El presidente del Eurogrupo y ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, reconoció ayer por primera vez que Grecia necesitará nuevas ayudas después de 2014, cuando está acabándose el segundo programa de asistencia financiera.
En declaraciones recogidas al diario económico holandés Het Financieele Dagblad, Dijsselbloem defendió a su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, quien ha sido el primer ministro de Finanzas en afirmar que Grecia necesitará un tercer rescate, aunque Berlín insiste en que no será mediante una quita.
"Eso no es ninguna novedad", señaló el presidente del Eurogrupo en referencia a las palabras de Schäuble, que han sacudido la campaña electoral alemana y creado una nueva polémica en Grecia. "Los problemas en Grecia no se habrán resuelto en 2014, algo más tendrá que ocurrir", indicó tras una reunión del gabinete sobre el presupuesto adicional para el próximo año.
De acuerdo con Dijsselbloem, "qué y cómo se hará no está claro todavía", una cuestión que el Eurogrupo evaluará "a lo largo del próximo año", a la luz de los desarrollos en Grecia, señaló. Atenas ha negado la necesidad de un tercer rescate y asegura que una medida así no está sobre la mesa, mientras que el Banco Central Europeo (BCE), socio de la troika de acreedores formada además por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, ha aclarado también que esta cuestión no se planteará hasta la primavera de 2014. Será entonces, en abril del próximo año, cuando Eurostat publicará los datos de la deuda de los Estados miembros y se conocerá de forma más detallada la situación de Grecia y la capacidad de sus socios para ayudarle.
Por lo pronto, en otoño habrá que cerrar el agujero de 3.800 millones de euros que tiene el programa de asistencia financiera de Grecia hasta finales de 2014. Entre las modalidades que se podrían barajar para aliviar la deuda helena se encuentra la ampliación de los plazos de devolución de la deuda.