Madrid. El Estado español da por perdido el mercado interno como soporte de su crecimiento económico y se aferra al exterior para intentar relanzar la actividad económica y poder salir de la crisis. Las exportaciones y la llegada del turismo extranjero se han convertido en los dos motores básicos del Producto Interior Bruto de cara a una incipiente recuperación o, por lo menos, de cara a poner fin al decrecimiento económico.

Los datos en estos dos ámbitos son positivos. Las exportaciones del Estado español en el primer semestre del año han alcanzado una cifra récord de 118.722 millones de euros, nuevo máximo histórico, con un crecimiento del 8%, sin parangón entre los grandes países de la eurozona. Por su parte, el sector turístico también funciona positivamente gracias a los 34 millones de visitantes extranjeros que han llegado al Estado español en el primer semestre, una cifra récord.

En el caso del comercio exterior, Euskadi también se mueve en línea positiva. Pese a la atonía del sector industrial lastrado por la parálisis en el inicio del año de los principales países clientes de las empresas vascas, -Alemania, Francia, Reino Unido e Italia-, las exportaciones de la CAV han sumado 10.131 millones de euros, con un crecimiento del 1,3%, según datos de la Dirección General de Aduanas.

Por otra parte, la debilidad de la demanda interna vasca se refleja también en la fuerte caída de las importaciones, ya que en el primer semestre de este año se han reducido en un 16% hasta alcanzar los 7.527 millones de euros.

El resultado de combinar un aumento de las ventas en el exterior y unas menores importaciones por la reducción de la demanda interna derivada del elevado desempleo y las menores rentas disponibles -por la suma de la reducción salarial y el aumento de impuestos- es que el déficit comercial español se reduce hasta cifras nunca vistas con un recorte de 68,8% en el primer semestre del año. Baja hasta 5.824 millones de euros, gracias al fuerte incremento de las exportaciones que registraron un crecimiento histórico en 42 años.

En el caso del sector turístico, unos precios a la baja, favorecidos por los recortes salariales en España, la inestabilidad política en los países musulmanes del Mediterráneo, con Egipto, en cabeza, y la pequeña recuperación de las economías en Europa han ayudado a conseguir buenos resultados. Las previsiones apuntan a que 2013 será un año de récord. España recibió 7,9 millones de visitantes extranjeros el mes pasado, casi un 3% más, un dato que hace del de este año el mejor mes julio de la historia del sector, según datos del Ministerio de Industria y Turismo.

En lo que va de año, la cifra de turistas extranjeros supera ya los 34 millones, un 4% más que en el ejercicio anterior. Por ello las expectativas para el conjunto del año apuntan a un nuevo máximo histórico.

Mejoría en la eurozona Con estos dos soportes, España aspira a aprovechar la incipiente mejoría de la zona euro -gracias al tirón alemán y, probablemente, también francés- para consolidar la buena marcha de las ventas en el exterior y de las llegadas de visitantes lo que ayudaría, por lo menos, a frenar el deterioro económico. Los últimos datos de la OCDE, que señalan que los países más desarrollados han vuelto a la senda de crecimiento aunque sea con un tímido 0,5% de incremento del PIB, permiten albergar esperanzas de que la economía española pueda aprovecharse de ese tirón.

Con una tasa de desempleo de más del 25% y muchos de los parados con baja cualificación, España parece obligada a asentar su recuperación en el comercio exterior y en el turismo extranjero, y encomendarse, además, a la incipiente recuperación de la economía de los vecinos europeos para conseguirlo. No hay que olvidar que pese a los problemas de crecimiento de Europa, el 70% de las exportaciones españolas tienen como destino el continente europeo, según los últimos datos.

Un aspecto positivo del crecimiento exportador español es que lo ha hecho pese a que los mercados de los socios europeos no crecían, lo que implica que se ha ganado cuota de mercado y que se ha recuperado competitividad.

El sector exterior ya supone el 30% del PIB español, lo que implica más de diez puntos porcentuales por encima a los niveles previos a la crisis. Eso sí, los expertos coinciden en que sin financiación adecuada y sin una mayor innovación será difícil mantener el tirón alcista.