MADRID. La CEOE tiene prisa y no lo oculta. Después de poner sobre la mesa su intención de eliminar "privilegios" de los trabajadores indefinidos, ha tardado apenas tres días en ponerle fecha al inicio de la negociación con los sindicatos y eso a pesar de que el propio Joan Rosell reconoce que lo más probable es que el planteamiento acabe sus días en el cajón de las causas perdidas. La patronal española quiere abordar con los sindicatos a partir del próximo mes fórmulas para "flexibilizar" la contratación.
Las centrales no están dispuestas a avanzar por esa dirección, pero los empresarios presionan en los medios de comunicación para vencer su resistencia. Ayer fue el turno del vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, una voz con peso en la organización y muy dada a protagonizar polémicas.
Entre ellas, sus peticiones a Mariano Rajoy para que abarate más el despido o para que recorte el gasto social. El empresario que acuñó la frase "se acabó el café gratis para todos", en referencia a la necesidad de reducir las prestaciones sociales, también se ha visto envuelto este año en una investigación judicial por supuestos pagos en negro a sus trabajadores.
En una entrevista en RNE, Fernández dejó entrever que los sindicatos estarían dispuestos a negociar nuevas fórmulas de flexibilización de los contratos laborales e incluso afirmó que podrían asumir el modelo alemán de los minijobs, porque no les chirría tanto como aseguran de cara a la opinión pública.
"A partir del mes de septiembre, en reuniones con los sindicatos, buscaremos fórmulas, no le voy a decir cuáles, para que de alguna manera podemos tener flexibilidad en la contratación", dijo. Si una empresa "está en apuros", hay que buscar nuevos modelos de contratos "para que se puedan mantener los puestos de trabajo", añadió. No se trata de que los trabajadores fijos sean unos "privilegiados", sino que se necesita una contratación "hiperflexible" y reducir "los más de 40 modelos actuales de contratación a solo seis o siete".
Fernández, que calificó de "buenas y magníficas" las relaciones entre la CEOE y los sindicatos, insistió en que deben buscarse fórmulas de contratación más sencillas para dar oportunidades laborales a los desempleados.
"A veces en CEOE hemos hablando de los minijobs, que se han criticado mucho y que a los sindicatos no les parecían bien, pero ahora les van pareciendo mejor, porque, a un parado, si se le puede ofrecer un contrato de cuatro horas y sacarle de la listas del paro, pues es mejor que estar en el desempleo. Cualquier fórmula es mejor que estar en el paro, tenemos que buscar fórmulas alternativas, flexibles, para que el paro empiece a bajar", explicó.
Los sindicatos no están en esa órbita y reiteraron ayer su rechazo a los minijobs, paradigma del "empleo basura". Así, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, denunció que la "hiperflexibilidad" para contratar que persigue obtener la patronal "suena a una desregulación total" de las condiciones laborales. En cuanto a su disposición al diálogo, advirtió de que su sindicato sólo negociaría la reversión de la reforma laboral, y no con CEOE, sino con el Gobierno español, que fue el que "la impuso".
La secretaria de Empleo de CCOO, Paloma López, por su parte, dijo que su sindicato "no ve bien ahora ni verá bien en el futuro" los minijobs: "O se ha confundido, o conscientemente ha querido confundir".