carlos etxeberri. Donostia. ¿El incremento en más de un 15% de la facturación de Irizar para este año supone otro nuevo récord histórico?
Sí, este año tendremos un nuevo récord histórico seguido desde 2011. El ejercicio de 2012 fue muy parecido al de 2011 y este año la facturación será de alrededor de unos 580 millones de euros, lo que significa un incremento por encima del 15%. Este año estamos creciendo en todos los negocios, tanto en Ormaiztegi, como en las plantas del exterior, así como en las empresas del grupo. Sin embargo, el año pasado hubo un decrecimiento en Ormaiztegi, mientras que en las plantas exteriores se aumentó la producción. Este año el crecimiento es en todo el grupo.
¿A qué se deben estos resultados?
Yo creo que las claves están en que llevamos muchos años reforzando la imagen de marca, en nuestra estrategia de diversificación tanto desde el punto de vista geográfico como industrial y la apuesta tecnológica. Por eso es tan importante el salto que hemos dado de ser un carrocero, que al final la marca es la del chasis, al de fabricante de autocares con la marca Irizar. Eso hace que seamos una marca más respetada, más sólida y una buena estrategia para garantizar el futuro. Creo que el futuro es de los que tienen productos completos y dan el servicio completo a los clientes. Por eso, el siguiente paso que hemos dado es el autobús eléctrico que va a ser 100% Irizar, es decir el máximo de sus componentes proceden del Grupo Irizar.
¿Estos resultados tienen su base en el mercado exterior sobre todo?
La estrategia que estamos desplegando en los últimos años en el mercado exterior es muy parecida a la que seguimos aquí. Estamos muy cerca de los clientes y somos muy flexibles a todo lo que necesitan. Esta estrategia nos ha permitido en México, por ejemplo, llegar a una cuota de mercado de más del 60% y vender a todos los principales operadores del país.
Pero con una economía estancada, ¿cómo se explica que Ormaiztegi haya casi duplicado su producción desde 2008?
Efectivamente, la situación económica no es buena. El mercado español está a la mitad de lo que estaba en 2008 y el europeo, en un 40% menos. Lo que ocurre es que hemos ganado cuota de mercado.
¿México sigue siendo uno de sus principales mercados?
México es un país donde los clientes demandan calidad y valores del producto como son la seguridad, fiabilidad, servicio, etc. La mayoría de los autocares que hacemos en México son autocares de 13 metros, con 32 plazas, equipados con pantallas individuales, con dos baños en la parte trasera para hombres y mujeres. Es el país donde más se aprecia lo que estamos haciendo.
¿Y la asignatura pendiente de Estados Unidos?
Para este año estaba planificado entrar en Estados Unidos con los primeros prototipos de autocar integral, pero hemos tenido un problema de disponibilidad de motores, lo que nos ha hecho cambiar los planes y retrasar un año todo el proceso. Los primeros prototipos se fabricarán en el 2014 y la entrada en producción lo haremos a partir del 2015. Durante los dos o tres primeros años la producción se hará desde Ormaiztegi. Cuando hayamos llegado a un producto satisfactorio para los clientes transferiremos esa tecnología a México para que desde allí se sirva al mercado estadounidense.
¿A qué razones se deben estos problemas de motorización?
Estamos trabajando con motores de las marcas DAF y Cummigs y el retraso se ha debido por el cambio de la homologación. No ha sido un problema nuestro. En el momento en que tengamos el motor disponible comenzaremos a vender.
¿Brasil sigue siendo una planta estratégica?
La planta de Brasil es estratégica porque la utilizamos para medio mundo. El mercado brasileño no es tan interesante para nosotros, por eso estamos fabricando solamente para la parte premium, es decir, la alta gama, porque en la parte baja hay mucha competencia y precios muy bajos. Seguimos con la estrategia de servir menos volumen en Brasil e ir a mercados más interesantes como Chile, donde somos líderes y que demanda muchísima calidad y seguridad, y Australia, que también es muy exigente. De los cuatro autocares que fabricamos al día, tres son para exportar.
¿Y Marruecos?
Marruecos es también una planta muy estratégica. Hay que tener en cuenta que estamos compitiendo con marcas como Iveco, Mercedes y Man, que están fabricando los autocares de gama media-baja en Turquía o en Polonia a unos precios muy ajustados con los que es muy difícil competir desde Ormaiztegi, Por eso, desde Marruecos se puede afrontar ese mercado, que tiene mucho volumen, por el diferencial de costes que hay. La idea que tenemos es que el autocar premium se va a fabricar siempre en Ormaiztegi, pero las gamas más bajas se deberían de producir en Marruecos. La idea es, aparte de cubrir el mercado del país, fabricar también para Europa. Por eso, pensamos que Marruecos va a crecer mucho a rebufo de los mercados europeos. Para la rentabilidad de la planta de Ormaiztegi también es importante, ya que desde aquí suministramos muchos materiales a las plantas del exterior.
Frente a la corriente general, Irizar ha decidido abandonar China. ¿A qué se debe esta decisión?
Lo más importante es tener las ideas y la estrategia claras. A veces es hasta más difícil salir de un país que decidir implantarte o adquirir otras empresas. La razón es que los chinos tienen una estrategia de país que es fabricar internamente, captar tecnología de los europeos y competir en mejores condiciones. Para un europeo, moverse en China es muy difícil. Hay muchas trabas, todo es complicadísimo y ellos se mueven muy bien. Cuando vimos que no había ningún interés económico ni estratégico por permanecer, tomamos la decisión de salir de China.
¿En India siguen?
Seguimos con dos socios más. Tenemos el problema de siempre: que es un mercado de nivel muy bajo. Hay un plan de infraestructuras viarias muy importante, por lo que el mercado se desarrollará con el tiempo, pero la cultura de los indios es hacer muchos autobuses y muy baratos. Es un mercado de muy largo plazo. No nos aporta prácticamente nada en cuanto a rendimiento económico al grupo, pero tampoco nos quita.
La gran apuesta ahora de Irizar es el autobús eléctrico. ¿Se van a cumplir las previsiones de que el primer vehículo esté circulando en 2014?
Esperemos que sí. A mediados de 2014, tal y como dijimos, habrá un autobús eléctrico marca Irizar funcionando por Donostia y otros dos más en Barcelona. Formamos parte del programa europeo Zero Emission Urban Bus System (ZeEUS) en el que se analizará el rendimiento de los autobuses eléctricos en ocho ciudades europeas, entre ellas, Barcelona. Nos va a ofrecer la posibilidad de realizar un test del comportamiento de los vehículos, lo que nos permitirá ver muy rápido lo que hay que mejorar. La apuesta por el autobús eléctrico de las ciudades en Europa va a ser innegable. Por razones económicas se ha retrasado un poco, pero en unos pocos años todo el transporte público será a través de vehículos eléctricos, es decir, o tranvía o autobús.
¿Irizar va a ser el primer fabricante estatal de autobuses eléctricos?
En el Estado sí. En Europa hay algunos fabricantes que tenían autobuses pequeños y están haciendo prototipos, pero a través de este programa europeo han surgido fabricantes de vehículos de más de doce metros que ya quieren hacer prototipos, como nosotros, para estar en la línea de salida cuando el mercado crezca.
¿La novedad que ofrece Irizar se va a centrar en la fabricación del vehículo o también en el servicio postventa y mantenimiento?
La idea es ofrecer producto, servicio y mantenimiento. Es decir, todo el paquete completo. Es toda una novedad. Hasta ahora lo que hacíamos en Irizar era vender un producto y obteníamos un margen y, a partir de ahí, como mucho, había gastos. A partir de ahora habrá ingresos recurrentes a lo largo de la vida del producto.
¿Es una fórmula estratégica para ser más competitivo en un mercado que puede ser muy complicado?
Sí, de manera clara. Por un lado, por rentabilidad y por no depender de otros. Cuando tienes un producto en el que la mayoría de sus componentes están hechos en Irizar o es susceptible de ser producido en el grupo, significa que no tienes ninguna dependencia ni los riesgos que podemos tener en otros segmentos.
¿Cuándo comenzará la producción?
Tenemos capacidad para pequeñas series. Ahora, en las instalaciones donde estamos haciendo el prototipo podemos fabricar cien vehículos al año sin ningún problema. Creemos que todavía hasta dentro de unos años no se va a iniciar la producción en serie, por lo que estamos definiendo dónde podremos fabricar los primeros autobuses en serie. En cuanto veamos que se desarrolla el producto, invertiremos en una nueva planta porque el proceso de producción de este vehículo no tiene nada que ver con el de un autocar. Es un producto que se va a montar de manera innovadora como un mecano, ya que la estructura de aluminio va atornillada. Se trata de un montaje y no de una fabricación como hacemos ahora.
¿Dónde?
En Ormaitzegi o cerca de aquí. El autobús eléctrico va a ser un producto de gama alta con mucha tecnología y que necesita mucho I+D. La planta ya la estamos diseñando.
¿Qué inversión supondrá?
La primera fase de la inversión del prototipo del autobús eléctrico ha sido de ocho millones de euros y estamos pensando que para la segunda fase serán necesarios ocho o diez millones más.
El director general de Irizar, José Manuel Orcasitas, posa delante de la planta de Ormaiztegi, que está siendo acondicionada para ubicar un centro de I+D, un 'show room' y un centro de atención a clientes. Foto: gorka estrada
"Este año tendremos otro récord histórico en ventas, con un incremento del 15%"
"La entrada en Estados Unidos se ha retrasado un año por no poder disponer de motores"
"Con el autobús eléctrico vamos a vender el vehículo más el servicio y el mantenimiento"
"La producción será innovadora porque se basa en una estructura de aluminio atornillada"