BILBAO. La decisión del comisario europeo de la Competencia obligando a devolver las deducciones fiscales del sector de la construcción naval ha conseguido una rara unanimidad en la sociedad vasca que se puede resumir en un Euskadi clama contra Almunia por una decisión "deplorable", "penosa" y catastrófica".
Los astilleros, los trabajadores, partidos políticos, sindicatos, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, la Cámara de Comercio de Bilbao, etc., todos han coincidido en rechazar una decisión que consideran "discriminatoria y lesiva" para el sector de construcción naval y que puede originar más desempleo en una coyuntura especialmente adversa.
Pese a ello, el sector no arroja la toalla en la línea que defendió el lehendakari, Iñigo Urkullu, que se ofreció a colaborar con el Gobierno español para ver "cuál es la forma menos lesiva de aplicar esta devolución".
Urkullu criticó las palabras de Almunia, que en Bruselas mostró su confianza en que hay viabilidad para los astilleros del Estado, al señalar que "el futuro no se construye solo con buenos deseos, sino con hechos". El lehendakari dijo esperar que "los buenos deseos" de Almunia vengan acompañados de medidas de apoyo al sector de construcción naval europeo.
El lehendakari advirtió que, en todo caso, la decisión de la CE "no contribuye a generar tranquilidad para la confianza en el futuro del sector" pues castiga a los financiadores, "una de las partes imprescindibles para la construcción de barcos".
La Diputación de Bizkaia también mostró su disposición a arrimar el hombro y colaborar con el Gobierno Vasco en la búsqueda de mecanismos que permitan la supervivencia del sector naval al que, en su opinión, la decisión de Bruselas ha dejado en situación "muy grave" pues "va a paralizar a corto plazo las contrataciones del sector, generará una importante incertidumbre que frenará las posibles inversiones futuras y complicará, por tanto, el acceso a la financiación por parte de los astilleros".
El máximo responsable de Astilleros Zamakona, Pedro Garaygordobil, no ocultó su animadversión hacia la postura mantenida por el comisario europeo en una intervención en la SER. "Una persona que está por encima del bien y el mal parece que nos ha perdonado la vida", indicó el empresario tras criticar que parece que este señor "que no ha pagado una nómina en su vida quiere acabar con el sector naval". Garaygordobil criticó la endeblez de la argumentación empleada para avalar la decisión de la CE ya que, según el empresario, un día Almunia afirmaba que había que devolver las ayudas desde 2002, otro que desde 2005, un día que no pagarían los astilleros y otro que no pagarían los armadores.
El Foro Marítimo Vasco, que agrupa a la industria naval de Euskadi, fue rotundo al destacar que la decisión de Bruselas era "claramente discriminatoria e injusta" aunque expresó el sentir de los astilleros vascos y de la industria auxiliar que "no va a tirar la toalla". Para el cluster naval vasco, "87.000 familias en todo el Estado dependen de que seamos capaces de gestionar la situación creada por la CE". Desde el FMV también recordaron que "el caso español puede sentar un precedente en otros países", pues la CE está investigando en este momento al sector naval de Holanda, Francia, Grecia y Malta y que, "por lo tanto, es previsible que el problema creado a España se haga extensible a toda Europa" en beneficio de Asia.