vitoria. Los datos de paro registrado de junio muestran dos tendencias aparentemente opuestas. El número de personas apuntadas a las oficinas de empleo bajó de forma importante, incluso en el Estado español se registró la mayor caída desde 1997, pero el descenso se diluye al contabilizar nuevos contratos y nuevos empleos. El efecto del desánimo, que hace que una parte de los parados sin acceso a una prestación no se apunte a las listas, y el regreso de inmigrantes a sus países de origen ante la falta de oportunidades en el Estado son algunos de los factores que explican el descenso del paro más allá del tirón sobre el empleo que siempre ejerce el turismo en estas fechas del año.

La evolución del paro registrado se mide a través de los datos que aportan las oficinas de las comunidades autónomas, en los que incluyen a todas aquellas personas dadas de alta como demandantes de empleo al final de mes. Los expertos consideran que este recuento presenta lagunas y por lo general ven más fiable la Encuesta de Población Activa (EPA) que realiza el INE y que estima que en España hay más de seis millones de parados, es decir, casi millón y medio más de los 4.763.000 que estaban a finales de junio apuntados a las oficinas, según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Empleo.

A falta de conocer la próxima EPA relativa el segundo trimestre del año, de momento todo apunta a que la evolución del paro registrado, que en junio encadenó el cuarto mes a la baja, no está reflejando con fidelidad la realidad del colectivo de desempleados. Y es que en el último mes, mientras el número de parados apuntados a las listas bajó en 127.000, los nuevos afiliados a la Seguridad Social fueron apenas 27.000, menos que en el inicio del pasado verano. El número de contratos firmados, cerca de 1,3 millones, es menor al de mayo y al de junio de 2012.

La contratación y el empleo arrojan peores números que el año pasado, pero el paro baja con más fuerza debido, según los expertos, a factores que contribuyen a adelgazar las listas de los servicios de empleo de manera artificial, como puede ser el hecho de que los jóvenes u otros colectivos que ya han consumido todo el ciclo de prestaciones ni siquiera acudan a su oficina a demandar un empleo, un grupo que sí figuraría como desempleado en la encuesta del INE pero no en las cifras de paro registrado.

Entre los nuevos contratos firmados en junio en el Estado, la mayoría volvieron a ser temporales produciéndose además un derrumbe de la contratación indefinida en relación al mismo mes del año pasado de casi el 50%. El turismo se mantiene como uno de los pocos sectores que consigue tirar del empleo en el Estado español de la mano de hoteles y restaurantes, si bien la construcción y la industria también arrojaron leves descensos del paro en junio.

4.200 parados menos Las oficinas de Lanbide registraron un descenso de 4.200 parados en junio, hasta un total de 174.000. Se trata de un descenso importante que además supone que la economía vasca enlaza tres meses de bajadas del paro, si bien también en este caso la influencia del sector hostelero es importante. Sin embargo, en la CAV sí aumentaron los nuevos contratos en relación a mayo, en concreto se firmaron 2.000 más con un fuerte empuje de la contratación en Bizkaia, aunque al igual que en el resto del Estado la suscripción de contratos fue menor que en el inicio del pasado verano.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, mejoró en junio en 182 ocupados, un repunte casi simbólico que confirma que el descenso del desempleo no ha tenido un impacto de las mismas proporciones sobre el empleo. El Ejecutivo vasco destacó el hecho positivo de que tanto en abril como en mayo y junio el paro haya bajado en Euskadi, pero pidió "no echar las campanas al vuelo". "Sería una irresponsabilidad suponer que de esa secuencia de datos se deduce un cambio en los indicadores económicos", dijo el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, recordando que hace falta esperar a otoño para saber si los números se consolidan.

En Nafarroa, la campaña veraniega, que cobra especial relevancia con las fiestas de San Fermín, redujo el paro en más de un 3%, más que la media estatal, si bien descendió la afiliación a la Seguridad Social.