Bilbao. La cuenta atrás está en marcha y los dos principales impulsores de la huelga general llamada para el próximo jueves día 30 no quieren dejar nada al azar. Así, ELA y LAB mostraron ayer el fuerte apoyo social con el que cuentan de cara a la que será la octava convocatoria de huelga en Euskadi en poco más de cuatro años.
"Nuestra fuerza es la movilización" aseguraron en Bilbao Mikel Noval y Ainhoa Etxaide portavoces ayer de las dos centrales abertzales. Y es que los sindicatos celebraron multitudinarias manifestaciones en las cuatro capitales de Hegoalde bajo el lema Por una carta de derechos sociales para Euskal Herria. Maiatzak 30 greba orokorra. Además de esas dos centrales ESK, STEE-EILAS, EHBE, Hiru, CNT, CGT-LKN y diversas organizaciones sociales participaron en la convocatoria de ayer y lo hacen también en la del próximo jueves.
El responsable de Política Social de ELA, Mikel Noval subrayó que las manifestaciones de ayer sirven para lanzar un "llamamiento" a participar en la huelga general y lanzó una pregunta a la ciudadanía cuestionando si para hacer frente a los "ataques que se sufren" es mejor "quedarse en casa sin hacer nada o participar en las movilizaciones".
Noval insistió en que "todos los logros que tenemos la clase trabajadora los hemos conseguido por la movilización; nuestra fuerza es la movilización, y si no participamos está claro que nos van a seguir dando con las mismas políticas de los últimos tiempos".
También la secretaria general de LAB Ainhoa Etxaide, afirmó que las movilizaciones de ayer eran "una antesala" de la huelga. "Podemos ver una nueva reforma de pensiones, una bajada salarial, nuevos recortes en sanidad, educación", advirtió. A su juicio los gobiernos están generando "un país a la medida de lo que piden los que han generado la crisis". En ese sentido, la secretaria general aseguró que hay "alternativa" a la crisis y "no solo es posible sino que es real y avanzamos hacia ella".
Las consecuencias de las políticas que se aplican son según afirmó ayer Mikel Noval "que el paro y la pobreza son cada vez mayores, se desmontan los sistemas de salud y educación públicas, las pensiones y se permite el enorme fraude fiscal de las rentas altas".
"Vamos a responder con nuestra propia agenda, con debate y la movilización, con un pueblo que se pone enfrente del capital que ha generado esta crisis y se beneficia de la misma", dijo Etxaide.
Carta Social Etxaide además avanzó que el objetivo ayer era reivindicar también la puesta en marcha del proceso de elaboración de la Carta Social de Euskal Herria, con la primera asamblea que se ha celebrado en Eibar. Según la dirigente de LAB, la carta social será "un instrumento para enfrentarnos a la agenda ultraneoliberal, que sigue su curso con nuevos recortes, una agenda ultraneoliberal que la componen la patronal y los especuladores y que los gobiernos no hacen más que implementarla para generar un país a su servicio".
Etxaide explicó que el primer borrador de esa anunciada carta será aprobado en una asamblea fijada para el próximo 5 de octubre, después se llevará el debate a comarcas, pueblos y sectores y se ha propuesto cerrar el texto definitivo día 14 de diciembre.
EH Bildu se queda sola en defensa del paro del jueves
Todas las formaciones vascas con representación en el Parlamento de Gasteiz, criticaron la huelga general del próximo jueves, dejando sola a EH Bildu, que sí apoya la convocatoria. En declaraciones a Radio Euskadi, el representante de la coalición Juanjo Agirrezalaba afirmó que "apoyamos la huelga porque plantea un cambio de modelo". Los demás coincidieron en su rechazo. Por ejemplo, el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, la calificó de "ejercicio de escapismo" y subrayó que "parar la economía cuando lo que se trata es de empujar es negativo". Por su parte, el portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, advirtió que no se puede ir "denigrando con convocatorias sucesivas que tienen algo más de objetivo político que de defensa de intereses de los trabajadores". Antón Damborenea, del PP, dijo que se está ante "una fase más de otra huelga política de los sindicatos nacionalistas".