madrid. El Banco Santander está a punto de culminar la absorción del Banesto, que se integrará definitivamente en su entidad matriz tal y como se anunció a finales del año pasado. La marca Banesto desaparecerá y con ella todo lo relacionado con un banco con más de 110 años de historia que llegó a competir como una de las cinco entidades más importantes del Estado.

Uno de los últimos pasos es el canje de acciones a los accionistas de Banesto -el Santander dispone de cerca del 90% de los títulos-. Éstos, tendrán a su disposición las acciones del Santander entregadas a partir de hoy, después de que el viernes dejaran de cotizar las acciones de la filial a un precio de 3,507 euros. Banesto cotizaba en Bolsa desde que en 1902 comenzara a hacerlo el Banco Español de Crédito.

Pero el fin de Banesto era una crónica anunciada. Banesto desaparecerá integrándose en el banco que dirige Botín. En 1994 el Santander se hizo con más del 90% de su capital social pero hasta este año no ha decidido poner fin a la historia de Banesto. El objetivo de la absorción es, según anunció la entidad, ahorrar en costes, ya que prevé economizar unos 520 millones de euros. Para ello el grupo Santander anunció su intención de reducir en 700 el número de sus oficinas en España.

Desde el momento de su compra, muchos esperaban el paso que ahora ha dado el Santander, pero la entidad de Emilio Botín siempre defendió que la competencia entre Banesto y Santander era sana. Sin embargo, la crisis lo cambió todo. "Hasta hace poco competíamos con 50 entidades en el mismo mercado, y contar con dos marcas a la vez nos permitía competir de una manera más eficaz y más eficiente, ganando cuota de mercado", explicaban fuentes del banco. "Ahora nos acercamos a un entorno en el que solo habrá diez competidores y el crecimiento se va a ver limitado. En estos tiempos es más recomendable contar con una sola marca".