VITORIA. Los mercados han dado un respiro a España en forma de una sustancial rebaja de la prima de riesgo que cerró ayer en 302 puntos, a la espera del plan de reformas que el Gobierno de Mariano Rajoy presentará el viernes y en la confianza de que la actual situación de recesión económica en la eurozona obligará al Banco Central Europeo (BCE) a retocar a la baja los tipos de interés actualmente situados en un 0,75% y a implantar medidas de estímulo económico en Europa.

La relajación de la prima de riesgo llega, curiosamente, al día siguiente de que el Banco de España haya empeorado las previsiones de crecimiento del Gobierno presidido por Mariano Rajoy, cifradas en una caída del 0,5% del PIB en todo el año, porcentaje que ha quedado superado ya para el primer trimestre. En todo caso, el antiguo banco emisor precisó que se ha ralentizado el desplome y que la recesión se ha frenado.

La prima de riesgo es el índice que mide el diferencial entre los intereses que tiene que pagar un país -en este caso el Estado español-a los inversores que le han prestado dinero comprando parte de su deuda, en comparación con el bono alemán. Desde el pasado mes de julio la prima se ha reducido desde el máximo de 638 puntos a menos de la mitad ayer.

Esta tregua de los mercados de deuda es una buena noticia para las depauperadas arcas públicas españolas, ya que permite pagar menos intereses por los préstamos. El pasado verano España estuvo cerca del colapso al tener que financiarse a diez años por encima del 7%. Pero también es un buen indicador para la economía en general, porque el rendimiento de los títulos españoles está descendiendo. Ayer el Estado español solo tenía que pagar un 4,26% de interés por sus bonos a diez años, el nivel más bajo desde noviembre de 2010, fecha en la que Irlanda se convirtió en el segundo país europeo, tras Grecia, en solicitar el rescate.

El anuncio del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, el pasado mes de julio comprometiéndose a "hacer lo que sea necesario" para salvar la situación, con la posible compra de deuda soberana de los países con problemas, permitió empezar a controlar una situación muy complicada para España. De hecho, 2012 finalizó con la prima de riesgo española en 396 puntos y el bono al 5,26%.

A la espera de la confirmación de la tregua de estas últimas semanas -y esperando reformas concretas y números menos negativos en las cuentas españolas, en especial del déficit público-, el Tesoro español podrá pagar unos intereses más bajos por la deuda que emite.

Hay que tener en cuenta que este año, el Estado tendrá que pedir prestado 230.000 millones de euros a los mercados porque los ingresos siguen sin cubrir los gastos, como se ha demostrado con el 10,6% del PIB de déficit público con que se cerró 2012.

A la luz de los Presupuestos Generales del Estado, este año el Gobierno español tiene destinada una partida de 38.600 millones solo para pagar intereses de la deuda, -porque no se está amortizando nada de la misma-. Se trata de una cantidad que supera, por ejemplo, el dinero destinado a los gastos de desempleo. Según los datos del Tesoro, el interés medio de la deuda española estaba a finales de enero al 3,85%.

SUBASTA RÉCORD Este recorte de los intereses se notó especialmente ayer en la última subasta programada antes de la esperada reunión del BCE del 2 de mayo en la que el Tesoro español logró colocar 3.020 millones de euros en letras a tres meses al 0,12%, el mínimo en la serie histórica. Si el Tesoro español se financia más barato también lo harán las empresas del Estado español. De hecho, la Bolsa premió está coyuntura y repuntó ayer un 3,6% hasta situar el Ibex-35 en los 8.289 puntos.

Si el Tesoro español se financia más barato, dejará más dinero disponible para otras partidas presupuestarias. Un menor rendimiento de la deuda pública evitará que se acapare el dinero y pueda ir parte a otros activos financieros del sector privado, como los depósitos bancarios, las acciones y las emisiones de deuda de las compañías. Ahora solo falta que las medidas de estímulo económico en Europa se articulen y se pueda romper con el círculo infernal de más ajuste, menos crecimiento, menos ingresos fiscales, más ajuste.