Fráncfort . El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dio a entender ayer que está dispuesto a bajar los tipos de interés en caso de que la economía de la eurozona empeore y aseguró liquidez ilimitada todo el tiempo que sea necesario. Además infundió esperanza al asegurar que la crisis se ha extendido por Europa durante los primeros meses de 2013 "se prevé una recuperación gradual para la segunda mitad del año", dijo el presidente del BCE.
En una rueda de prensa, Draghi dijo que esa debilidad económica del último trimestre se ha extendido al comienzo de este año a otros países donde no hay "fragmentación" del mecanismo de transmisión de la política monetaria, es decir a países cuyas empresas no tienen problemas para lograr créditos.
"Las próximas semanas, observaremos muy de cerca la información sobre los cambios económicos y monetarios" y "estamos preparados para actuar", lo que deja entrever que podría bajar los tipos de interés en caso de que las próximas cifras económicas señalen un debilitamiento de la economía. El presidente del BCE explicó también que "la débil actividad económica se ha extendido al comienzo del año y se prevé una recuperación gradual para la segunda mitad del año, sujeta a riesgos a la baja". Previamente, el consejo de gobierno del BCE decidió por consenso tras una discusión "extensa", según explicó Draghi, mantener los tipos de interés en el nivel mínimo histórico del 0,75%.
Por otra parte aseguró que "las expectativas de inflación para la zona del euro continúan firmemente ancladas en línea con nuestro objetivo de mantener la tasa de inflación por debajo pero cerca del 2% a medio plazo". El BCE observa "muy de cerca las condiciones del mercado de dinero y su posible impacto en nuestra política monetaria y su trasmisión a la economía", señaló.
Más subastas El presidente del BCE señaló que "continuaremos con un procedimiento de subasta a tipo de interés fijo y adjudicación plena todo el tiempo que sea necesario", lo que supone que se prestará a los bancos toda la liquidez que necesiten. "Tenemos que ser conscientes de lo que podemos hacer y de lo que no podemos hacer", dijo y aseguró que el BCE mira "varios instrumentos, varias herramientas" para impulsar el crecimiento más allá de bajar los tipos. La institución europea estudia ahora tanto las medidas convencionales como las no convencionales.
Además de bajar el precio del dinero para apoyar la actividad económica, el BCE puede ampliar el abanico de activos que acepta como garantía en sus operaciones de refinanciación para facilitar el crédito a las empresas de los países periféricos así como ayudar a los bancos a reestructurar sus balances.
"España no es Chipre"
Durante su comparecencia el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, también aprovechó para dar un espaldarazo a la maltrecha economía española diferenciándola del caso del rescate chipriota. "Chipre no es España", señaló el Draghi a preguntas de los periodistas tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. "Chipre no es España, porque son países de distinto tamaño, y España no es Irlanda, porque las situaciones se produjeron en momentos totalmente distintos", apuntó. Draghi también quiso desmarcarse de las controvertidas declaraciones hechas por el jefe del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, según las cuales el rescate aplicado a la isla mediterránea tendrían ese carácter de modelo. El presidente del BCE insistió en que Chipre "no es un modelo" y recalcó que cada uno de los países que hasta ahora han recurrido a un rescate se encontraban en situaciones muy "distintas".