Vitoria. Cientos de miles de trabajadores asalariados vascos afrontan 2013 con la intranquilidad de no tener todavía renovado el convenio colectivo que recoge sus condiciones laborales, desde salarios a jornada, al no haber acordado la gran mayoría de los convenios por las diferencias existentes entre representantes empresariales y sindicales sobre la aplicación de la reforma laboral en las relaciones en el seno de las empresas. En la actualidad, en la CAV hay un total de 563 convenios colectivos pendientes de negociar que afectan a un total de 407.895 trabajadores, según los datos al cierre del pasado mes de enero del Consejo de Relaciones Laborales vasco (CRL).

La preocupación en el sector empresarial y en los trabajadores se acrecienta porque en enero solo se han registrado once convenios colectivos que fijan las condiciones laborales para 16.348 trabajadores y que incluyen un incremento salarial medio del 1,64%. Pero la gran mayoría de la negociación colectiva no avanza y se puede dar el hecho de que a partir del 7 de julio, fecha en la que finaliza el plazo de vigencia de la ultraactividad de los convenios recogida en la reforma laboral aprobada por el Gobierno español, gran parte de los trabajadores -200.000, según UGT Euskadi- se queden sin la cobertura del convenio sectorial territorial vasco y tengan que atenerse a los convenios estatales, en su inmensa mayoría con peores condiciones, o al mínimo del Estatuto de los Trabajadores.

En ese escenario perderían los trabajadores vascos porque verían empeorar sus condiciones salariales, de jornada o de otro tipo pero tampoco beneficiaría a las empresas, en especial a las pymes. Previsiblemente se incrementaría la conflictividad laboral en Euskadi en unos momentos especialmente delicados para la economía vasca y pondría en riesgo el propio marco vasco de relaciones laborales, por pequeño que este pudiera parecer a los agentes involucrados.

El Consejo de Relaciones Laborales que preside Tomás Arrieta ha vuelto a hacer hincapié en que el grueso de la negociación colectiva en el País Vasco no acaba de ponerse en marcha y nada menos que 117 convenios sectoriales siguen sin firmarse.

El CRL recordó ayer que si no se desbloquea la negociación colectiva en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, el 1 de enero de 2014 desaparecerán la gran mayoría de los convenios sectoriales que se negocian en los citados territorios de la CAV.

Fuentes empresariales señalan, además, que un retraso en avanzar en la negociación pondría en peligro -aunque hubiese voluntad de conciliación- llegar en plazo a la citada fecha límite porque técnicamente no es fácil cerrar un número tan elevado de convenios en apenas tres meses cuando, previsiblemente, se incluirán en los posibles acuerdos cláusulas nuevas ya sea para limitar los efectos de la reforma laboral, como pretenden los sindicatos, como para poder hacer el mayor uso posible de la flexibilidad que ofrece la misma, según el objetivo de las organizaciones empresariales. De los 11 acuerdos colectivos alcanzados en el primer mes del presente año únicamente dos son de ámbito sectorial, el de la construcción de Bizkaia y el de pasta, papel y cartón de Gipuzkoa. Los acuerdos logrados fijan las condiciones laborales para 16.348 trabajadores, con un incremento salarial medio 1,64% en los convenios negociados en Euskadi, por debajo del 2,9% del IPC del Estado, y por encima del 0,57% en los acuerdos de ámbito estatal aprobados en enero y de aplicación en la CAV.

El máximo responsable del CRL, Tomás Arrieta, señaló en los últimos documentos del consejo que la desaparición de los convenios sectoriales supondría el desguace del entramado sobre el que se han articulado las relaciones laborales en el País Vasco desde la Transición democrática. "La quiebra del modelo actual, además de suponer una clara amenaza a la cohesión social desde el punto de vista económico, podría conllevar una pérdida de seguridad y un incremento notable de la conflictividad".

El principal punto de discordia en relación a la negociación colectiva es que la reforma laboral, según los sindicatos, ha dado mucho más poder a la empresa frente a los trabajadores y más allá de introducir la necesaria flexibilidad en el seno de las empresas los principales resultados de la nueva normativa han sido abaratar los despidos y facilitar el descuelgue salarial ayudando a reducir salarios.

Convenios de empresa La responsable de Acción sindical de UGT Euskadi, Maribel Ballesteros, reconoció ayer con preocupación el estado de parálisis de la negociación colectiva y criticó una reforma laboral como la española que ha dado "prevalencia absoluta a los convenio de empresa" frente a los sectoriales. Algo que, según Ballesteros, "tampoco ha servido para desbloquear la negociación en este ámbito", ya que "solo el 51% de los trabajadores afectados por convenio de empresa lo tenían renovado a finales de 2012, frente al 57% en 2011".

Eso significa, según la dirigente del sindicato UGT que "a fecha de hoy, solo el 9,5% de los trabajadores que tienen su paraguas laboral en los convenios sectoriales que se negocian en la CAV tienen firmadas sus condiciones laborales".