bilbao. La intrincada ruta por la que discurre el diálogo social en Euskadi presenta hoy una etapa decisiva en lehendakaritza. Iñigo Urkullu recibirá por la tarde a Adolfo Muñoz, Txiki, en la primera reunión que mantendrá con el Gobierno el máximo dirigente de ELA, quien envió a su número dos a la cita propuesta a mediados de enero por el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto. Urkullu encara la más que difícil tarea de implicar a la primera central vasca en una dinámica de negociación con el resto de agentes sociales de la que el propio Muñoz se ha excluido de inicio. Aún así, el sindicalista alavés acude a la cita dispuesto a escuchar las propuestas del lehendakari en materia fiscal, social y laboral.

La relación entre Urkullu y ELA arrancó con cierta polémica después de que Txiki Muñoz eludiese la primera ronda de contactos del Ejecutivo vasco con los sindicatos, dirigida por el consejero que más directamente conoce la realidad de los agentes sociales. El plante de Muñoz a Aburto fue interpretado como una muestra del rechazo del sindicato al diálogo social, pero aún así el consejero ha declarado que no ve imposible sumar a ELA a una mesa con el resto de sindicatos y Confebask.

Buena parte de las posibilidades de que así ocurra pasan hoy por lehendakaritza. Muñoz justificó entonces su plante a Aburto pidiendo una reunión con el máximo dirigente de Lakua, encuentro que se producirá hoy a las seis y media de la tarde. El tema estrella sobre la mesa serán las previsiones de recaudación del Gobierno y el ajuste de 1.200 millones. Serán claves las explicaciones sobre en qué ámbito se harán ajustes, siendo líneas rojas para ELA la sanidad, la educación, las ayudas sociales o las condiciones de los funcionarios. La central es insistente en su petición de conjugar una reforma fiscal que grave más a las rentas altas y a las empresas de manera que las tres haciendas logren más recursos.

Otro punto caliente será la negociación colectiva y cómo renovar la centena de convenios sectoriales bloqueados que podrían desaparecer el 7 de julio. Tanto LAB como UGT han transmitido al lehendakari en sendos encuentros previos su disposición a avanzar en este sentido, mientras que ELA, que traslada su desconfianza a hablar con la patronal también a la negociación colectiva, no estaría incómoda en un escenario carente de convenios sectoriales.

Asimismo, se pondrá sobre la mesa la línea de crédito para financiar empresas con el dinero de las EPSV, en las que ELA tiene una capacidad decisoria muy importante. Muñoz se opone a usar los ahorros de los trabajadores y habrá que ver hasta dónde tiene margen el lehendakari para sacar al sindicalista de su enroque.

reunión con ccoo Urkullu también se reúne hoy con el secretario general de CCOO-Euskadi, Unai Sordo, quien le pedirá un plan de empleo que incluya una apuesta por renovar los convenios para incrementar la demanda interna. En principio, Sordo está dispuesto a participar en una mesa de diálogo social, como también lo estaría UGT, mientras que LAB aguarda a los Presupuestos para tomar una decisión.

Por otro lado, una delegación de ELA se reunirá hoy con el viceconsejero de Función Pública, Andrés Zearreta, para hablar de las condiciones laborales de los funcionarios.

El secretario general de ELA pedirá a Iñigo Urkullu más presión fiscal para evitar recortes. Foto: pablo viñas

Huelga a las puertas de la sede central de Osakidetza. Foto: j.r.b.