EL caso del ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, y los 22 millones de euros que acumulaba en una cuenta en Suiza, ha destapado una presunta trama fraudulenta imposible todavía de cuantificar pero que ha abierto numerosos interrogantes sobre cómo y cuánto dinero se evade en España en particular y en Europa en general. ¿Hasta donde llega el fraude fiscal? ¿Cuál es la magnitud de este fenómeno? Un informe que prepara la eurodiputada eslovena Mojca Kleva Kekus, en la comisión de asuntos económicos de la Eurocámara, eleva a un billón de euros los ingresos que la Unión Europea pierde cada año, unos 2.000 euros por ciudadano. Un coste "alarmante" que supera el gasto total de los Estados miembros en sanidad y hasta cuatro veces más de lo que la UE gasta en una partida tan crucial como es la educación.
La de Kleva Kekus, que propone en su informe ideas como revocar las licencias bancarias a aquellas instituciones que favorezcan activamente el fraude fiscal con productos que permitan a sus clientes evadir impuestos, no es, sin embargo, la única voz preocupada por un mal que muchos consideran sistémico. Según la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, el año pasado se blanquearon miles de millones de euros, el 2,7% del PIB mundial, con pérdidas para las arcas europeas, según la Comisión Europea, de entre el 2 y 2,5% del PIB, una cifra que multiplica por dos y hasta casi por tres el presupuesto del que quieren dotarse los gobiernos para los próximos siete años y que tanto enfado ha provocado en el Europarlamento por su escasa ambición.
"Es un fenómeno que afecta al mundo entero y a la Unión Europea", alerta Salvatore Iacolino, eurodiputado siciliano del PPE y ponente de uno de los tres informes sobre el blanqueo de dinero que elabora la comisión especial sobre la delincuencia organizada, corrupción y blanqueo creada el año pasado en el seno Eurocámara. Su objetivo: impulsar la creación de un marco legislativo en la UE, con normas uniformes que obliguen a las entidades financieras a notificar las operaciones sospechosas, que impidan a las empresas condenadas por corrupción participar en licitaciones públicas, que obligue a hacer más auditorías, en definitiva, más control.
"El blanqueo de capitales, la evasión fiscal, están perjudicando y robando nuestro futuro y nos están dejando más pobres", critica el portugués Rui Tavares, quien cifra el fraude fiscal en la UE en diez veces más lo que propone el presidente francés, François Hollande, para su plan de crecimiento. Este ecologista portugués reclama una mayor armonización fiscal, la eliminación de los paraísos fiscales y la creación de una unidad europea dentro de la unión bancaria destinada a investigar las transacciones financieras supuestamente delictivas. "El dinero que perdemos por esta vías destruye puestos de trabajo y la recaudación legítima de los Estados miembros. Si no podemos recuperar ese dinero nos desangramos", alertaba esta semana el liberal británico, Bill Newton Dunn.
Pero, ¿cómo termina el dinero ilícito en el circuito legal? ¿Cómo se articulan las operaciones para esquivar al control público? La primera fase pasa por el prelavado para colocar en el sistema financiero los fondos derivados de actividades ilícitas, a la que sigue el blanqueo mediante diversas operaciones para esconder la procedencia ilícita y, por último, la integración de los fondos ya limpios en el circuito. Estas son algunas de las opciones detalladas en el informe Iacolino, debatido esta semana en Bruselas y que será presentado en la segunda mitad de marzo:
Facturas falsas La emisión de facturas por prestaciones ficticias o de valor inferior al declarado permite a una empresa justificar las cuantías presentes en sus propias cuentas bancarias, dándoles legitimidad.
Compra de oro y piedras preciosas Los bienes se exportan a otros países donde se revenden de forma legal. La obligación de declarar su exportación puede eludirse fraccionando el volumen exportado en cantidades inferiores al umbral mínimo sujeto a declaración.
Falsas ganancias procedentes del juego Se puede aplicar mediante la simple conversión de dinero efectivo en fichas de casino y su posterior reconversión en dinero efectivo después de haber jugado poco o nada. La proliferación de casinos en internet aumenta las posibilidades de blanqueo y reduce los riesgos de identificación, no solo por la naturaleza inmaterial de dichos casinos y las técnicas de disimulo de los servidores que los alojan, sino también por la protección que ofrecen las cuentas virtuales en las que se deben depositar las cuantías con las que se desea jugar.
Hawala En árabe significa cambio y en hindi confianza. El interesado entrega a un mediador una cuantía para transferir a un beneficiario que reside en otro lugar, habitualmente en el extranjero. A continuación, el mediador se pone en contacto con un homólogo suyo que opera en la ciudad de destino, pidiéndole que devuelva la cuantía en cuestión a su destinatario y comprometiéndose a saldar la deuda posteriormente. Dado que entre dichos mediadores y entre estos y los respectivos clientes no se intercambian títulos ni recibos, las transacciones se basan principalmente en la confianza.
Operaciones inmobiliarias Los blanqueadores de capital compran formalmente un bien inmueble por un importe inferior a su valor real. La diferencia se paga en dinero líquido y se procede inmediatamente a revender ese mismo bien, con lo que se obtiene una plusvalía ficticia que legitima los propios ingresos.
Blanqueo por mensajero El interesado funda una sociedad ficticia en otro país y abre una cuenta en el banco a nombre de dicha sociedad. El banco (que necesariamente ha accedido a colaborar) envía a uno de sus propios clientes (que necesariamente también ha accedido a colaborar) al domicilio del blanqueador para recoger el dinero destinado al blanqueo. En cuanto el mensajero tiene el dinero en su poder, este informa al banco, el cual procede a transferir a la cuenta de la sociedad ficticia una cuantía equivalente, de la que se puede deducir una posible comisión para el mensajero.
Matrioska Una organización delictiva crea un laberinto de sociedades matrices, sociedades filiales y sociedades de participación recíproca, con sede en diferentes países, sometidas a regímenes fiscales diferentes también, y que a menudo carecen de un fin lucrativo real que no sea aquel -indirecto- de blanquear dinero de procedencia ilícita.
Actividades comerciales de fachada Con el fin de "preblanquear" los fondos ilícitos, los ingresos en el banco se realizan por medio de sociedades instrumentales o dedicadas a actividades comerciales (las denominadas front companies) que están vinculadas directa o indirectamente a una organización delictiva y que disponen de dinero líquido resultante de sus actividades (restaurantes, cines, supermercados, salas de juego, y similares). De este modo, los capitales liícitos y los que no lo son se confunden unos con otros y resulta prácticamente imposible distinguir la procedencia de las cuantías depositadas.
Método de jurado Los capitales procedentes de tráficos ilícitos se blanquean mediante repetidos ingresos en cuentas a nombre de varios testaferros en diferentes países y mediante posteriores transferencias hacia el país de destino para financiar actividades aparentemente lícitas, como empresas constructoras o farmacias, a través de un proceso de "purificación" del dinero negro.