Bilbao. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer desde Bilbao, en la clausura del congreso del PSE, que lo primero que hará su partido cuando vuelva a gobernar será derogar la actual reforma laboral, al asegurar que ha sido "nefasta" por abaratar el despido y dejar sin convenio a dos millones de trabajadores. "Abaratar el despido se puede cambiar, es una ley, pero cuando sacas a trabajadores de los convenios, volver a meterlos es muy difícil".

Para el socialista, lejos de crear empleo, la reforma de los populares ha contribuido a que en España haya un millón más de parados, "ha castigado" a los ciudadanos y ha hecho "estragos" en el mercado laboral. "Es un cañón que apunta a la tripa de los trabajadores".

Por su parte, el portavoz de Empleo y Seguridad Social del PNV en el Congreso, Emilio Olabarria, afirmó ayer a Europa Press que la reforma laboral solo ha provocado la destrucción de más empleo y ha evidenciado que en una situación de recesión económica no se puede facilitar el despido mediante su "descausalización" ni su abaratamiento. Frente al empeño del PP de pedir tiempo para ver los efectos de su aplicación, Olabarria puso de relieve "la tozuda realidad" del "espectacular" incremento del número de parados. Una realidad, según recalcó, que "inevitablemente" se va a seguir imponiendo mientras dure la situación de recesión, e incluso cuando ésta se supere, si los índices de crecimiento "no se aproximan al 2% del PIB".

También otros portavoces de grupos del Congreso, como los del PSOE, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), o UPyD subrayaron el "fracaso" de la norma. A su juicio, ésta ha "precarizado el empleo", "destruido la negociación colectiva", "provocado un incremento de los expedientes" de regulación, y todo "sin conseguir frenar el aumento del desempleo".

Los sindicatos tampoco dejaron pasar por alto el aniversario del decretazo para valorar los resutados. UGT alertó, mediante un comunicado, que la reforma ha supuesto "una máquina de destrucción de empleo" que ha llevado al "empeoramiento" de las condiciones laborales de los trabajadores. Ramón Górriz, secretario de Acción Sindical de CC.OO. por su parte, denunció que "un año después no se ha cumplido ninguno de los objetivos que se recogían en su exposición de motivos". Górriz habló de "fracaso" ya que "hay menos empleo indefinido, más destrucción de empleo y una devaluación social".