bruselas. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aspiraba ayer a sacar el máximo beneficio de un nuevo fondo destinado a combatir el paro juvenil anunciado por el presidente de la Unión Europea, Herman van Rompuy. Un conejo que el político flamenco se ha sacado de la chistera para intentar contentar a los países del sur aunque a todas luces será limitado.
Según las cifras que han trascendido, este nuevo fondo podría contener entre 3.000 y 5.000 millones de euros, lo que repartido entre siete años de presupuesto y los muchos países afectados por este problema, sobre el que han mostrado preocupación en los últimos días diversos políticos europeos, dejará una cantidad menor para combatir un drama que afecta en España al 55% de los jóvenes de entre 16 y 24 años.
Según las cifras del Gobierno español, el Ejecutivo de Mariano Rajoy destinó a políticas activas de empleo el año pasado un total de 3.700 millones de euros, un 34% menos que en el ejercicio anterior.
España aspira a llevarse casi un tercio de este fondo y quiere asegurarse de que no solo esté bien dotado económicamente sino que se nutra con "dinero fresco", es decir, que no se pretenda, una vez más, dar gato por liebre y vender como nuevos unos fondos ya comprometidos solo por cambiarles la rúbrica.