BILBAO. El PNV ha constituido ya la comisión que negociará con el resto de partidos el nuevo armazón fiscal de la CAV y confía en activar el proceso esta misma semana reuniéndose con varias formaciones políticas. Entre las modificaciones que proponen los jeltzales destacan las deducciones en el Impuesto de Sociedades para las empresas que generen empleo y apuesten por mejorar su competitividad a través de los procesos de innovación.

El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, confirmó ayer que la intención de su partido es abordar la reforma tributaria con celeridad aunque el tronco central de las modificaciones no entrará en vigor hasta el próximo año y no tendrá por tanto efectos en los ingresos de las diputaciones y el Gobierno Vasco este año.

Sobre la mesa confluyen dos cuestiones tan importantes como urgentes: el lanzamiento de un nuevo modelo fiscal orientado a la reactivación económica y la elaboración de unos Presupuestos que avancen en esa misma dirección. Ambas actuaciones están ligadas también desde que los socialistas vascos, una de las llaves para la aprobación de las Cuentas de Lakua, han condicionado la negociación presupuestaria a la reforma fiscal.

El gabinete de Iñigo Urkullu se ha puesto marzo como plazo para que entren en funcionamiento el presupuesto y los jeltzales creen que por ello no hay tiempo que perder. Es necesario avanzar ya en el diseño de la nueva fiscalidad. En ese sentido, se ha apostado por una comisión negociadora de perfil técnico compuesta por el diputado vizcaíno de Hacienda, José María Iruarrizaga, la directora de Hacienda del Gobierno Vasco, Itziar Agirre, el exdirector de Hacienda en la Diputación de Araba, Borja Belandia, y el responsable del Area Institucional del EBB, Koldo Mediavilla.

Se trata de una cuestión prioritaria para los jeltzales porque la idea principal que impulsa su iniciativa es poner a disposición de las empresas un catálogo de normas de cara a la revitalización de la economía. Reorientar la fiscalidad para allanar el camino de salida de la crisis, sin olvidarse de que las administraciones necesitan fondos para mantener los servicios públicos.

Los ajustes también pasarán, según las premisas del PNV, por el diseño de una política fiscal basada en la progresividad -que paguen más los que más tienen- y que redistribuya los recursos públicos

antes del día 15 La agenda de reuniones se está perfilando y el PNV confía en cerrarla en breve. El objetivo es reunirse con todos los partidos antes del Pleno monográfico de Fiscalidad que se celebrará el viernes 15 de febrero en el Parlamento. Los resultados de la negociación con los partidos serán la base de una reforma que más tarde será afinada en las tres juntas generales para su aprobación. En declaraciones a Europa Press, Ortuzar avanzó que su partido rechaza una subida generalizada en el Impuesto de Sociedades. Su objetivo es endurecer las condiciones de acceso a los tipos reducidos del tributo para evitar que haya empresas que paguen menos de lo que les corresponde. Y al mismo tiempo recuperar los incentivos fiscales para aquellas compañías que contraten personal e inviertan en I+D.

Esa filosofía coincide con las demandas de los empresarios, que no han ocultado su preocupación ante la posibilidad de una subida de impuestos. El secretario general de la patronal alavesa, Juan Ugarte, afirmó en Radio Euskadi que sería "una decepción" si se aprueba un incremento generalizado de tributos, si bien mostró su confianza en que "impere la cordura" y se use "la política fiscal para hacer las empresas más competitivas". Ugarte también advirtió de la posibilidad de que una subida en el IRPF frene todavía más el consumo y retrase la recuperación de la economía.

Ortuzar y Koldo Mediavilla, en la asamblea del PNV. Foto: J.M.MARTÍNEZ