Vitoria. La negociación del convenio del metal alavés entra en una fase especialmente delicada. Prorrogado desde 2010 y con las negociaciones prácticamente en punto muerto, ayer se celebró sin frutos una nueva reunión -y ya van 25- entre patronal y sindicatos, el 8 de julio decaerá la prórroga del actual marco laboral. Las partes se han citado para un nuevo encuentro el 4 de marzo, aunque el portavoz de ELA en el sector, Gustavo López de Armentia, consideró que el objetivo de la patronal alavesa es aproximarse al 8 de julio para forzar a las centrales a aceptar un nuevo convenio que recoja una mayor flexibilidad y una congelación salarial.

En este sentido, según un comunicado remitido por SEA-Empresarios Alaveses, la patronal advirtió ayer "de que los márgenes de la negociación no van a cambiar en los próximos meses, dadas las perspectivas que se manejan". "El riesgo de desaparición del Convenio provincial, que mejora sensiblemente y en multitud de cuestiones lo contemplado en el Estatuto de los Trabajadores, es cada vez mayor", sentencian.

ELA, LAB, UGT y CCOO acudieron nuevamente al encuentro de ayer con sus respectivas propuestas, en las que comparten una reclamación de subida salarial por encima del IPC y rechazan aumentar la flexibilidad y la jornada laboral. López de Armentia recordó en declaraciones a Efe que el convenio del metal de Araba es el que peores condiciones tiene del País Vasco y advirtió de que ELA no va a firmar un nuevo convenio para Álava "a la medida de la patronal". Esta negociación afecta a alrededor de 12.000 trabajadores alaveses y los sindicatos consultados no se plantean de momento recurrir a las movilizaciones para tratar de desbloquear la negociación, pese a que llevan alrededor de 25 encuentros sin avances.

López de Armentia afirmó que un objetivo al que no se puede renunciar es a una subida salarial por encima del IPC, pero también exigió que no se puedan producir descuelgues del convenio por parte de las empresas, cuestión que permite la reforma laboral, o los arbitrajes obligatorios. Por parte de CCOO, Jokin Cruz, responsable de acción sindical de la Federación de Euskadi, criticó que la patronal continúe defendiendo un aumento de la jornada y de la flexibilidad laboral, porque los planteamientos de SEA "pueden acabar derivando en una pérdida de calidad y de competitividad". En cuanto a la subida salarial, dijo que están dispuestos a hablar de "otras cantidades" si ven voluntad en la patronal de llegar a un acuerdo.

Sobre este particular, SEA sostuvo en un comunicado que la demanda salarial de subidas de IPC+1,5% es "absolutamente inasumible": "Hay que recordar a los sindicatos que desde que comenzó la crisis en Álava han desaparecido 783 empresas, que si seguimos así se destruirán 3.000 empleos en los próximos meses y que la actividad económica está muy debilitada"

Igor Chillón, coportavoz de LAB Metal en Araba, aseguró que el bloqueo de las negociaciones es "cada vez mayor" y denunció que SEA planteó ayer aumentar a 100 la bolsa de horas de flexibilidad, 30 más que las actuales. Chillón recordó que el propio SEA ha reconocido que esas horas apenas son usadas por las empresas.