El sindicato ELA expresó ayer su rechazo al nuevo reglamento de la Administración General del Estado, que fija el horario semanal de los funcionarios en 37 horas y media (1.664 horas anuales), al haberse hecho desde la "imposición" y sin negociación. A través de un comunicado, ELA aseguró que la propuesta presentada el miércoles por el Ministerio de Hacienda pone de relieve el "talante prepotente y autoritario" del Gobierno central "sin respetar unas mínimas reglas de juego democrático". Según el sindicato nacionalista, la propuesta "consolida los recortes" en los días de libre disposición y vacaciones acordadas en 2012 y prevé un aumento de la jornada anual de 17 horas. Con estas medidas, concluye la nota, aumenta la destrucción de empleo en el sector público y "se deterioran aún más" las condiciones laborales de los funcionarios.