Bilbao. El discreto optimismo que mantenían hasta horas la cajas vascas respecto a la posibilidad de seguir controlando Kutxabank en el futuro se reforzó ayer en el Congreso de los Diputados. Mariano Rajoy se refirió publicamente a esta cuestión por primera vez y lo hizo de la mejor forma posible, seguramente la más positiva para los intereses vascos que le permite en este momento la negociación abierta con Bruselas. El presidente del Gobierno español garantizó que no todas las cajas recibirán el mismo trato porque la "buena gestión" de las entidades de ahorro vascas merecen un reconocimiento frente a las prácticas financieras que han dinamitado el sector en el Estado. En respuesta a una pregunta planteada por Aitor Esteban, el nuevo portavoz del PNV en la Cámara Baja, el líder del PP aseguró que "es un acto de justicia" que Kutxabank siga bajo el control de las tres cajas de la CAV y mostró su disposición a establecer una línea de trabajo con la formación jeltzale para defender esa posición de forma conjunta ante la Comisión Europea.
"¿Por qué razón quien lo hace bien no va a poder seguir siendo mayoritario en el capital [del banvo]?", se preguntó Rajoy, llevando al hemiciclo una interrogante que no ha parado de sonar en Euskadi desde que se conocieron la exigencias de Bruselas.
negociación abierta con la ue No dejó el presidente del gobierno resquicio a la duda en relación a sus intenciones. Tampoco sobre el que será a su juicio el resultado final de la negociación que el Ejecutivo comunitario: "Desde luego, no se van a tratar de manera igual a unas cajas que a otras".
La búsqueda de una vía que permitirá a BBK, Kutxa y Caja Vital mantener el control del banco que crearon tras su fusión fría lleva varias semanas abierta en el plano más técnico y recibe ahora un impulso político que se intuye sustentado en los avances logrados hasta ahora. Caixabank también se juega su futuro en esta cuestión y no hay ninguna duda sobre el camino a seguir en el Estado. Hasta el punto que ha permitido un entendimiento entre el Gobierno español y el PNV en una legislatura en la que el rodillo popular rompe cualquier posibilidad de acuerdo entre ambas formaciones.
La música de fondo ha cambiado radicalmente cuando se ha puesto sobre la mesa el memorándum con el que la Comisión Europea quiere poner orden en el caos de las cajas españolas. Y la letra se escucha muy clara: Aitor Esteban pidió a Rajoy que "defienda" ante Europa la posición de las cajas vascas y el presidente le mostró su disposición a "hablar" para llevar "una posición conjunta".
El grupo jeltzale considera que "es peligroso poner el mismo traje" a BBK, Kutxa y Caja Vital que al resto. "Obligar a estas cajas a la pérdida de la mayoría de las entidades financieras no sólo sería una injusticia, sino que podría poner en riesgo, en su caso, una gestión impecable a futuro", argumentó el portavoz del PNV para pedir al Gobierno español un posicionamiento claro. "Usted tiene toda la razón. Hay quien ha hecho las cosas bien y hay quien ha hecho las cosas mal. Y es verdad que en las cajas a las que usted ha hecho referencia se han hecho las cosas bien y, por tanto, es justo decirlo. Desde luego, no se van a tratar de manera igual a unas cajas que a otras", respondió Rajoy.
La negociación para activar un escenario que permita a la CAV mantener el control de Kutxabank recibió de este modo un fuerte aval político justo un día después de que el comisario europeo de la Competencia, el bilbaino Joaquín Almunia, defendiera una regla única para todas las cajas y aparcar por tanto en el arcén la buena gestión de la que han hecho gala las entidades vascas. La vía que explora Madrid es establecer diferentes tramos de control y premiar a las cajas saneadas con un trozo del pastel superior al 50%, garantizándoles de este modo un posición dominante en la toma de decisiones. En ese caso, las cajas vasca tendrán que pagar el peaje de desprenderse de parte de Kutxabank. Un mal menor que permitirá que la obra social de las tres entidades siga revirtiendo en la sociedad vasca.