madrid. El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reprocharon ayer haber destruido el Estado de bienestar, y si el segundo acusaba al Ejecutivo de desmontarlo "día a día", el presidente respondía que "el mayor ataque fue la herencia socialista". Rajoy y Rubalcaba se han enzarzado en ese enfrentamiento verbal en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso. El secretario general del PSOE consideró que en el primer año de gobierno de Rajoy ha empeorado la vida de todos los españoles "excepto la de los evasores fiscales", y aseguró que "nunca se ha destrozado tanto en tan poco tiempo" al desmontar "pieza a pieza el Estado social".

Ante esas acusaciones, Rajoy echó mano de la herencia de Zapatero y señaló que si el anterior Gobierno hubiera cumplido el déficit comprometido, no habría tenido que tomar medidas tan duras como las que se ha visto obligado a adoptar. "El peor ataque al Estado de bienestar, a la sanidad, a las pensiones, a la educación y a las políticas de discapacitados, son unas cuentas públicas insostenibles, que es lo que nos dejaron ustedes", espetó. Por ello, advirtió a Rubalcaba de que no puede apropiarse del Estado de bienestar "ni hablar de pensiones porque el Gobierno del que formó parte las congeló mientras que el mío las ha subido". Añadió que se puede decir lo que se quiera de su Ejecutivo, pero "no que se ha quedado de brazos cruzados ante la crisis, ni que no haya intentado ser equitativo o que no sea capaz de tomar decisiones difíciles".

Por contra, Rubalcaba sentenció que "ustedes han acabado con la cobertura universal y gratuita de la sanidad", e insistió en que, en un año, "con la coartada multiuso de la crisis", el Gobierno "no ha dejado títere con cabeza y que los únicos beneficiados por el Ejecutivo han sido los evasores".