Vitoria. Más allá de otras consideraciones, y como reconocieron en parte las propias centrales convocantes, la falta de unidad sindical vasca y que precisamente quienes ostentan la mayoría de la representación de los trabajadores en Euskadi -ELA y LAB- celebraran no hace ni dos meses otra huelga general minaron ayer de forma considerable el seguimiento en la CAV de la convocatoria organizada por CCOO y UGT, y secundada por otras centrales minoritarias como ESK, CGT y CNT. Una fotografía diferente a la que ofreció el resto del Estado, donde el paro tuvo una mayor incidencia, pero que en el caso vasco se tradujo en un seguimiento de apenas el 10% en el sector privado según el Gobierno Vasco y "casi nulo", según la patronal. Según CCOO, ascendió hasta el 21%.
Pese a todo, los convocantes mostraron su satisfacción por la adhesión y calificaron el 14-N de "hito histórico" al ser una movilización apoyada por distintas organizaciones sociales y tener una dimensión europea al ser promovida por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). CCOO y UGT aseguraron que eran "conscientes" de la repercusión que podría lograr en Euskadi una "huelga laboral" no unitaria, pero destacaron la gran participación en las manifestaciones, al mediodía y por la tarde, por el apoyo de colectivos de parados, jubilados y estudiantes.
En general, la jornada discurrió con normalidad y solo se registraron algunos incidentes a primeras horas de la mañana en puntos como las cocheras de Bilbao, donde hubo forcejeos entre los piquetes informativos y la Ertzaintza, así como algunos contenedores quemados en Vitoria y dos cajeros en Irun.
CCOO y UGT se mostraron satisfechos con la incidencia de la huelga general en Euskadi, que estimaron en cerca de un 60% en el sector de la construcción, en un 15% en la sanidad pública y un 20% en el comercio. En empresas como Bridgestone -actualmente afectada por la intención de la empresa de llevar a cabo un ERE de extinción de más de 200 trabajadores en la CAV- cifraron el seguimiento en un 60%, que se elevó al 80% en la empresa de fabricación de explosivos Maxam y al 90% en el centro vizcaíno de Alstom, según datos de CCOO. El sindicato situó la incidencia del llamamiento en alrededor de un 25% entre el personal de Petronor -un 50% entre los trabajadores de la contratas de esta empresa-, un 35% en Michelin, un 50% en Sidenor y un 70% en Iberia en Bizkaia.
Según las mismas fuentes, en medios de transporte como la compañía de autobuses TCSA o Renfe sólo funcionaron los servicios mínimos establecidos para la jornada. También en los tres aeropuertos vascos se trabajó en función de los servicios mínimos fijados. En la actividad del Puerto de Bilbao, donde los transportistas autónomos secundan un paro indefinido desde el día 5 en defensa de sus reivindicaciones como colectivo, la incidencia de la huelga general fue mínima, según la Autoridad Portuaria, que cifró en un 8,6% el seguimiento en oficinas.
Tres huelgas en 2012 El Gobierno Vasco calculó que la huelga en Euskadi tuvo un seguimiento que va del 4,48% de los empleados del sector público, al 10% de los trabajadores del sector privado. En ambos casos es la cifra más baja de las tres huelga generales celebradas este año, en contra de la reforma laboral y de la política de ajustes. La convocada el 29 de marzo por todos los sindicatos fue secundada por entre el 60 y el 70% de los trabajadores del sector privado y el 72% del público. La organizada hace apenas dos meses, el 26 de septiembre, por ELA y LAB, tuvo un seguimiento del 20% en el sector privado y del 29% en el público.
La huelga de ayer tuvo una desigual respuesta en los distintos servicios públicos, que osciló entre el 17,09% del personal de Justicia y el 0,31% de personal laboral del Departamento de Interior. En la administración general de la Comunidad Autónoma, la movilización fue respaldada por el 7,69% de los trabajadores, en Osakidetza la siguieron el 3,43% y en Educación el 3,76%.
Por territorios, la huelga tuvo mayor impacto en Araba (13% según el Gobierno Vasco) que en Bizkaia y fue muy pequeño en Gipuzkoa. Confebask afirmó que el 85% de las empresas vascas trabajaron con total normalidad, es decir, que "el seguimiento ha sido nulo". Según sus cálculos, en Gipuzkoa la huelga fue casi "testimonial".
Sea como fuere, miles de personas participaron en las manifestaciones que tanto por la mañana como por la tarde se celebraron en las tres capitales vascas con motivo de la huelga general. Los secretarios generales de CCOO y UGT de Euskadi, Unai Sordo y Dámaso Casado, intervinieron en la marcha desarrollada en Bilbao para instar a los trabajadores vascos a continuar la "pelea" ante "el mayor ataque a los derechos sociales y laborales" conocido en las últimas décadas.