Un camino entre la selva del paro

Los másteres y postgrados ganan fuerza como alternativa al acabar la universidad o al perder el empleo

adrián legasa

vitoria

Las elevadas tasas de desempleo afectan de forma más incisiva a los jóvenes, que hace tiempo que dejaron de tener garantizado un puesto de trabajo al salir de la universidad. Los cursos de postgrado o máster pretenden cubrir ese vacío y garantizan al alumno un hueco en el mercado laboral a través de prácticas. Además, hay un nuevo perfil cada vez más interesado en este tipo de formación, el del empleado con varios años de experiencia que pierde el trabajo por culpa de la crisis, explica Violeta Costa, directora en Bilbao de la Escuela Europea de Negocios (EEN), centro internacional especializado en cursos de dirección y gestión de empresas.

Según Costa la llave del éxito está en acercar al alumno el mundo empresarial y mejorar su empleabilidad: "Primero párate para ver dónde estás, qué habilidades tienes, y a partir de ahí fórmate en la dirección que más te conviene y utiliza esas herramientas para buscar empleo", explica la directora.

El máster va más allá de la formación académica y enseña, por ejemplo, cómo hacer un currículum o cómo preparar una entrevista de trabajo. "Nos encontramos cada día con que la gente no sabe cómo buscar empleo. Utilizar las redes sociales, mejorar la comunicación no verbal y la imagen en una entrevista de trabajo, son cosas imprescindibles que el recién licenciado no conoce y quien ya lleva años trabajando ha olvidado", dice la directora de la EEN. En esta escuela, que trabaja con unos 500 alumnos al año en el Estado español, los másteres se dividen en dos tipos, los dirigidos a graduados universitarios, a los que se les garantizan varios meses de prácticas en empresas, y por otro lado, los trabajadores que pierden su empleo por la crisis y quieren dar un empujón a su cualificación para recuperarlo.

La responsable de la escuela de negocios ilustra cómo el deterioro del mercado laboral está cambiando el perfil de alumno. "Hasta hace unos años la gente cualificada estaba trabajando y el resto iba al paro. Ahora pasa lo contrario, ahora mucha gente con formación queda en el paro y les asalta la inquietud de hacer algo más, de intentar sobresalir sobre el resto".

Este es el caso, por ejemplo, de arquitectos, ingenieros o abogados. Costa cita como ejemplo a un ingeniero en paro, que fue despedido de un puesto de director de producción, que volvió a encontrar trabajo al de un mes de comenzar el máster. "Pensó en retocar su currículum para acceder a un puesto de menor cualificación, pero le recomendamos que no lo hiciera. Le ayudamos a conseguir una entrevista de trabajo, que es donde uno tiene que demostrar que es válido, y al final logró un empleo de su nivel", recuerda.

para emprendedores El MBA, o máster en dirección y administración de empresas, también da las claves necesarias para poner en marcha un negocio. Consta de nueve meses de duración, con una primera parte formativa, siempre enfocada a ir más allá del conocimiento técnico haciendo hincapié en elementos de gestión y dirección, y otra más práctica. Esta última consiste en desarrollar un plan de negocio que cuenta con el asesoramiento de los profesores, todos ellos en activo en grandes empresas, y en el que la propia escuela puede invertir si lo considera viable.

Como explica Costa, los objetivos al cursar un MBA pueden ser diversos, desde el emprendedor que quiere montar un pequeño negocio hasta la persona que ya está trabajando y quiere o necesita crecer dentro de la empresa y asumir nuevas responsabilidades. "Tenemos directivos, sobre todo mandos intermedios, que llevan bastante tiempo en su puesto de responsabilidad pero necesitan reciclarse para adaptarse a los nuevos modelos de gestión", subraya.

No obstante, los másteres aún tienen el gran hándicap de su elevado precio, como reconoce Costa. "La verdad es que a algunos de quienes se interesan por nuestros cursos les frena el precio, porque tienden a ver esto más como un gasto que como una inversión a largo plazo. Yo siempre les pregunto: ¿Cuánto vale la ilusión, cuánto vale tu futuro?".

Los másteres de gestión y dirección permiten un mayor contacto con el mundo empresarial. Foto: juan lazkano

El nuevo perfil de alumno es el parado con experiencia laboral que busca reciclarse

El máster de gestión de empresas da las claves para poner en marcha un pequeño negocio