FRANCFORT. "Una respuesta flexible de los salarios a las condiciones imperantes en los mercados laborales de la zona euro debería ser una prioridad", defiende el instituto emisor en la última edición de su boletín mensual, donde advierte de que "las rigideces a la baja de los salarios limitan la necesaria flexibilidad en la respuesta de los salarios a las condiciones del mercado de trabajo para estimular la creación de empleo".
De este modo, la entidad presidida por Mario Draghi considera que la actual situación "exige claramente nuevas reformas profundas en los mercados de trabajo de los países de la zona del euro" para limitar los riesgos de un incremento permanente de la tasa de desempleo no aceleradora de la inflación (NAIRU) y una caída del crecimiento del producto potencial.
"Esta estrategia de reforma resulta, asimismo, un ingrediente clave para lograr una sólida recuperación económica en la región", añade el BCE, que opina que, de llevarse a cabo, facilitaría también externalidades positivas adicionales respecto a la corrección y la prevención de los desequilibrios macroeconómicos, la consolidación fiscal y la estabilidad financiera.
Entre las consecuencias más a medio plazo del impacto de la crisis en los mercados laborales, el BCE observa cada vez más señales de un creciente desajuste entre las cualificaciones de los trabajadores y los requisitos de los puestos de trabajo, así como un incremento reciente del desempleo estructural en los países de la zona del euro.
"El aumento del desempleo estructural subraya la urgente necesidad de perseverar y profundizar en la aplicación de reformas de amplio calado para eliminar las rigideces en los mercados de trabajo de los países de la zona del euro", añade.