Bilbao. Las entidades financieras con dificultades no podrán traspasar al futuro banco malo, -sociedad de gestión de activos, que entrará en funcionamiento a partir de diciembre-, los pisos que se hayan adjudicado que tengan un valor menor de 100.000 euros ni los préstamos morosos de menos de 250.000 euros, según el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Es decir, muchos de los préstamos hipotecarios no entrarán en la operación. Según algunos analistas, las condiciones impuestas dejarán fuera más del 36% de las viviendas adjudicadas. Para el ministro, ese es el "umbral mínimo" para evitar que el banco malo sea "imposible de manejar".
Además, al menos el 55% del denominado banco malo -y su deuda- estará en manos de inversores privados, entre ellos, los bancos sanos. De hecho, los propietarios mayoritarios serán entidades financieras que no hayan traspasado activos inmobiliarios, así como aseguradoras y otros inversores cualificados. La sociedad también tendrá capacidad para endeudarse hasta el 90% de su patrimonio, según avanzó ayer el ministro en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. De Guindos anunció de esa forma algunos detalles de la sociedad de gestión de activos a la que las entidades financieras que reciban ayudas públicas tendrán que transferir sus inmuebles y créditos relacionados con el ladrillo.
Los bancos sanos que reciban en pago por la transferencia de sus activos bonos senior emitidos por el banco malo, los podrán descontar ante la ventanilla de liquidez del Banco Central Europeo.
Según las palabras del dirigente popular el banco malo adquirirá los activos tóxicos derivados de la construcción de las entidades nacionalizadas o que reciban ayudas públicas y lo hará "a precios muy conservadores" y ello permitirá abaratar la vivienda. "Pondrá a disposición de los españoles viviendas a precios más reducidos", sostuvo, ya que ayudará a dinamizar el mercado inmobiliario en España.
Pero De Guindos no explicó que precios se aplicarán ya que, argumentó, es pronto para hablar de que descuento sobre el valor en libros se le aplicará al banco malo, aunque recalcó que el precio "ha de ser lo suficientemente conservador y cauto" como para que el instrumento resulte rentable a medio y largo plazo y atraiga a la inversión privada.
La sociedad, en cualquier caso, acogerá los activos y créditos inmobiliarios tanto sanos como problemáticos de los bancos nacionalizados -léase Bankia, Banco de Valencia, Catalunya Banc y Novagalicia Banco- y de "algún otro no muy importante" que tenga déficit de capital y que pueda necesitar o no ayudas públicas, según el ministro.
Por lo que se refiere a su estructura, De Guindos explicó que el "banco malo estará manejado por una sociedad gestora independiente" y de él se podrán segregar activos o constituir fondos especializados para obtener una "gestión más ágil" de los inmuebles y de los préstamos y para atraer inversores. Para De Guindos el banco malo presenta dos ventajas "sus quince años de andadura previstos y la financiación". "El suelo hoy puede ser un activo malo, pero adquirirá valor con el tiempo", ilustró, convencido de que el Gobierno dispone de los medios para acabar con las entidades "zombies" que "contaminaban injustamente" a las sanas.