BILBAO. Los accionistas de la compañía vasca de telefonía Euskaltel no han conseguido llegar a un acuerdo con un fondo de inversión de capital riesgo para vender un paquete accionarial cercano al 45% del capital, decisión surgida del interés, entre otros, del primer accionista, el grupo bancario Kutxabank, de reducir su participación desde su actual 67,9% a una cifra inferior al 50%. Los contactos de estos últimos días no han prosperado, al menos a fecha de hoy, principalmente por una diferencia sobre la valoración del operador telefónico vasco.

Es objetivo de los principales accionistas de la compañía presidida por Alberto García Erauzkin que la mayoría del capital, y su centro de decisión, sigan en manos vascas, de ahí el interés de que se articulase una operación en la que accionistas vascos mantuviesen al menos el 51% del capital. La operación de venta de un paquete accionarial a un socio financiero era vista con buenos ojos no sólo por Kutxabank sino también por algunos de los minoritarios, casos de Endesa, Mondragón y el propio Gobierno vasco que quieren desprenderse de la totalidad de su participación accionarial.

Euskaltel es un operador telefónico atractivo pues gracias a su fuerte presencia en el mercado vasco ha conseguido ser una de las pocas compañías del sector que ha aumentado sus beneficios progresivamente durante la crisis desde 2009. La imposición, por los tribunales de justicia, de la obligación de abonar una indemnización de 222 millones de euros a la francesa Orange por la ruptura del contrato con la antigua Amena, Euskaltel, ha enfriado el interés de los posibles inversores.

Como se recordará el martes estaba convocada una junta general extraordinaria de accionistas de Euskaltel para analizar la repercusión en su estructura financiera-accionarial del abono de los 222 millones de euros a Orange y el proceso a seguir de cara a valorar una posible oferta por un paquete accionarial importante de la compañía telefónica por parte de un fondo de inversión norteamericano.

Las diferencias entre los accionistas mayoritarios, caso de Kutxabank, titular del 67,93% del capital, y los minoritarios aconsejaron aplazar unas días las decisiones, algo que ya tenía el precedente de julio, fecha en la que los diversos planteamientos impidieron llegar a un acuerdo entre los accionistas.

En aquel momento se pusieron sobre la mesa de la empresa presidida por Alberto García Erauzkin dos alternativas: convertir en acciones el préstamo temporal concedido por Kutxabank por importe de 125 millones de euros para saldar la deuda con la operadora francesa Orange, o bien sacar adelante una ampliación de capital por el mismo valor del préstamo. El problema era que los minoritarios en esta coyuntura de crisis no estaban por la labor de suscribir una ampliación de capital, pero tampoco querrían ver diluida su participación en el caso de que se vendiese un paquete accionarial importante -entre el 40 y el 49%- a un fondo de capital riesgo, opción contemplada por la entidad financiera Kutxabank para reducir su participación.