Bilbao. Cada vez hay más vascos sin empleo y los expedientes de regulación de empleo afectan cada vez más a los que todavía lo mantienen. El número de trabajadores afectados por ERE en la Comunidad Autónoma Vasca se ha duplicado en los siete primeros meses del año, situándose en niveles próximos a 2009, el peor año para el empleo de toda la crisis. La cifra se ha disparado mes a mes, pero lo ha hecho con especial intensidad a partir de marzo, tras la aprobación de la reforma laboral por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.
Los empresarios y el propio Ejecutivo popular han reconocido que la nueva normativa reguladora del mercado del trabajo no permitirá crear empleo a corto plazo, tal vez ni siquiera a medio. Y lo cierto es que se han cumplido los peores pronósticos de los sindicatos y los ERE han cobrado un nuevo impulso. Desde el pasado 12 de febrero, fecha de aprobación de la reforma, no es necesaria la autorización del Departamento o del Ministerio para aplicar un expediente, basta con que la empresa lo comunique y abra una negociación, aunque como ocurría antes no es obligatorio llegar a un acuerdo con la plantilla.
En un contexto marcado además por la recaída en la crisis, el aumento del número de ERE ha sido más fuerte en la Comunidad Vasca que en el conjunto del Estado. Entre enero y julio de este año un total de 31.121 trabajadores se ha visto afectados por un expediente mientras que en 2011 la cifra se situó en poco más de 15.000, según datos del Ministerio de Trabajo. La variación supone duplicar (106%) los registros en ese periodo, pero el porcentaje aumenta hasta el 124% si se computan solo los ERE aplicados desde la reforma laboral.
El repunte es sensiblemente superior al del Estado, donde el incremento ronda el 55%. De hecho, en los cinco meses de vigencia de la nueva normativa laboral el número de trabajadores afectados en el conjunto del Estado solo ha aumentado cerca de un 54%.
Peor en la CAV ¿Por qué crecen más los ERE en la CAV? Hay varias razones. Las empresas vascas aguantaron mejor en líneas generales el inicio de la crisis mientras en otras comunidades se aplicaban los expedientes de forma masiva. Por ello, se produce ahora un contraste mayor en el caso vasco, que en términos absolutos registra un nivel más alto de empleados afectados que Madrid (31.121 frente a 27.578) pese a la notable diferencia de población.
Los indicios de recuperación de 2010 supusieron asimismo un freno en la estadística sobre todo en el primer semestre del año pasado que distorsiona en gran medida la comparación interanual, porque solo en siete meses ya se ha superado la cifra de trabajadores afectados por expedientes de todo 2011.
Además, el frenazo de las economías europeas está limitando la actividad de la industria y las compañías están haciendo valer las facilidades administrativas proporcionadas por el Gobierno español para ajustar sus plantillas de forma temporal o definitiva. Hay casos en los que el ERE incluso forma parte del plan de viabilidad exigido por las entidades financieras para refinanciar la deuda o acceder a un crédito.
La recaída en la recesión de la CAV tiene un efecto evidente en las regulaciones de empleo. El ritmo se acelera hasta situarse a los niveles del peor ciclo de la crisis, 2009, cuando más de 83.300 vascos se vieron afectados por medidas de este tipo.
Como ha ocurrido hasta ahora, la mayoría de los expedientes aplicados son de suspensión temporal de empleo. Son casi 25.000 personas las que se han visto afectadas por un ERE de este tipo en los siete primeros meses del año, frente a los cerca de 12.300 del ejercicio pasado.
Sí hay un cambio de tendencia en relación a las regulaciones que suponen reducción de jornada. Casi 3.500 personas han sufrido un recorte en su tiempo de trabajo cuando hace un año la cifra rozaba los 1.200. En ese caso el número de afectados prácticamente se ha triplicado y por ello las reducciones de jornada superan a las extinciones de contratos en cuanto a tipología del ERE. Aun así, también se ha duplicado el número regulaciones con despido en la CAV, avanzando hasta las 2.940 personas.
El Ministerio de Trabajo no desglosa por comunidades algunos de los datos de la estadística. Es el caso del número de expedientes aprobados sin acuerdo, unilateralmente por la empresa tras fracasar la negociación con los sindicatos. La evolución en el conjunto del Estado señala una tendencia al alza de los expedientes al alza, que crecieron un 92%, hasta los 1.964 en los siete primeros meses del año. Esas regulaciones forzosas afectaron a 33.292 trabajadores, un 12% del total cuando hace un año suponían un 9%. Más de 9.300 personas se quedaron sin empleo debido a un ERE no pactado.