Vitoria. "El ERE sigue su curso, en los plazos estimados que permitan un cierre ordenado de las instalaciones y una liquidación adecuada de los activos". Con esta escueta nota confirmó ayer Celsa Atlántic (antigua Laminaciones Arregui) el despido de otros 13 trabajadores de sus plantas de Vitoria y Urbina. Una decisión que notificó a los afectados por la mañana a través de un burofax y que eleva la cifra de despedidos hasta los 178. Al tiempo, la actividad en las dos fábricas continuó en la línea de días anteriores, si bien el número de trabajadores que han decidido reincorporarse a sus puestos continúa siendo motivo de discusión según el prisma desde el que se mire. Un portavoz de Celsa reconoció ayer a este periódico no saber tampoco el número exacto.
Sea como fuere, la noticia, anunciada por este diario el pasado martes, volvió a indignar al comité. En declaraciones a Radio Vitoria, Nando Anguiano criticó el "ataque de la empresa contra el derecho a huelga" y anunció la decisión del comité de denunciar ante la Inspección de Trabajo a la empresa por esta actitud. Por su parte, Celsa informó que respeta "tanto el derecho a la huelga -ejercido de manera pacífica- como el derecho al trabajo", y constató como una "realidad" que cada día más trabajadores "optan por la opción de reincorporarse a su puesto". Previsiblemente ambas partes se verán las caras el día 18 en Bilbao, durante el juicio que deberá aclarar si la demanda del comité contra el ERE de Celsa es admitido o no.