Madrid. El gasto en prestaciones por desempleo ascendió a 2.593,6 millones de euros en julio, lo que supone un aumento del 8,1% respecto al mismo mes de 2011, según desveló ayer el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Este dato, ampliado por otros medios de comunicación y sumado al conjunto del año, revela que en los primeros siete meses el gasto por desempleo ha crecido un 5,4%, hasta los 18.455 millones de euros. Lo paradójico es que esta realidad echa absolutamente por tierra las previsiones del Gobierno que para justificar los Presupuestos de 2012 (y sus recortes) calculó que el gasto en prestaciones bajaría un 5%. La realidad ha puesto en evidencia tanto a la titular de Trabajo, Fátima Báñez, como al de Hacienda, Cristóbal Montoro: el desvío sobre sus previsiones es del 10,4%, lo que explica porqué el objetivo de déficit del Estado ya se ha cubierto.

A finales de julio los beneficiarios de prestaciones por paro ascendieron a 2.922.786, un aumento del 5,9% anual, lo que supone 15,5 euros más (un alza del 1,7%) respecto al mismo mes del año pasado.

La cuantía media bruta percibida por beneficiario fue de 842,9 euros, 8,5 euros más que el año pasado (el 1% más).

Peticiones Pero existe otro dato para la preocupación: crece el número de solicitudes de paro. En julio se presentaron 1.026.710 solicitudes (el 23,5 % más) y se tramitaron 956.314 altas (un incremento del 23%). Además y según destacaba El País, lo que crecen con más fuerza no son las peticiones de subsidios ni rentas de inserción, "sino las solicitudes de prestaciones contributivas, las más costosas, que aumentaron un 34,4% en julio frente al mismo mes del año anterior".

El Ejecutivo también confiaba en que los nuevos parados tuviesen menos derechos acumulados que quienes van perdiendo la prestación, pero la recaída en la recesión se está cobrando el empleo de trabajadores fijos que acceden a uhn paro más alto.