Madrid. El Estado no tiene liquidez para pagar las pensiones y ya ha empezado a echar mano de huchas comunes, en este caso la de la mutuas, para sufragarlas. Así se desprende de la comparecencia de ayer del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, que además de reconocer que el sistema de pensiones ya empieza a ser deficitario ante el constante aumento del paro, dejó la puerta abierta al uso del Fondo de Reserva, la hucha de emergencia, que pese a no estar aún abierta, sí se tiene a la vista.

Burgos confirmó que se empleó en el mes de julio 4.400 millones del Fondo de Prevención para el pago de las pensiones. En concreto, el 4 de julio, el Gobierno autorizó el uso de dos partidas de 1.700 millones cada una, el 24 de julio hizo lo mismo con otras dos partidas de 500 millones. Tras este desembolso, en este fondo, que se nutre de los excedentes de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional, sólo quedan 400 millones.

En el plano práctico, el uso de ese fondo anticipa la necesidad de utilizar el Fondo de Reserva (alimentado con superávits precedentes de la Seguridad Social) lo que a su vez implica que el Estado gastará el último cartucho para hacer frente a unas pensiones que, a corto plazo, ya no se podrá garantizar. Al menos así lo quiere dar a entender y a juicio de la oposición lo hace como paso previo para justificar una probable reforma de las pensiones, que el PSOE sitúa justo después de las elecciones gallegas y vascas.

La pregunta es en qué dirección podría ir esa supuesta reforma, y la respuesta podría ser triple: o rebajar las pensiones actuales para volver a hacer autosuficiente el sistema pese a la pérdida de cotización; adelantar la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años (fijada para 2025) o una mezcla de ambas medidas.

reforma Burgos defendió que el objetivo del Gobierno es "cumplir con los compromisos en materia de pensiones usando todos los elementos de gestión a su alcance" y entiende que el Fondo de Reservas es "un elemento más". El Secretario de Estado de Seguridad Social, anticipándose a las críticas calificó de "no relevante" un posible debate sobre este fondo. "Después de cinco años de intensa crisis, el sistema no ha necesitado aún el fondo de reserva, y nuestras pretensiones es utilizar todos los mecanismos de los que disponemos para gestionar esos compromisos, y el fondo de reserva es uno de esos mecanismos", justificó recordando que "actualmente, en la hucha de las pensiones hay más de 67.000 millones".

Sobre la posibilidad de adelantar la entrada en vigor del retraso de la edad de jubilación, Burgos lo negó categóricamente asegurando que "no existe una recomendación para acelerar esa medida ni este Gobierno se lo plantea en este momento".