VITORIA. Andalucía se sumó ayer al coro de comunidades que reclaman al Estado dinero para hacer frente a sus pagos. Todo apunta a que la Junta andaluza se verá obligada a pedir el rescate como ya lo han hecho Cataluña, Murcia y Valencia -es una cuestión oficialmente en fase de estudio-, pero el Ejecutivo de José Antonio Griñán necesita urgentemente un anticipo de mil millones de euros. La consejera de la Presidencia, Susana Díaz, anunció que pedirá a Madrid un adelanto a cuenta de su participación en los ingresos del Estado vía impuestos.
El Gobierno de Rajoy continúa sin concretar las condiciones del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y cuando las conozca Andalucía decidirá si reclama la ayuda. No puede, sin embargo, esperar más ante sus problemas de tesorería. En la misma situación está Catalunya, cuyo conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, exigió a Madrid un "sistema puente" de financiación mientras se activa el Fondo Regional. La Generalitat ya advirtió la semana pasada de que necesita disponer este mes de los 5.023 millones de euros que ha pedido al Estado, en caso contrario no podrá hacer frente al pago de las facturas y los plazos de su deuda.
La gran incógnita continúa siendo cuándo estará disponible el Fondo. Hasta entonces no será posible formalizar la petición del rescate y de momento Madrid no es capaz de concretar una fecha. Así, fuentes del Ministerio de Hacienda aseguraron ayer que estará disponible "en breve" y añadieron que cubrirá "todas las necesidades" de las comunidades. No hay grandes novedades respecto a finales del mes pasado, cuando se afirmó que era cuestión "de semanas", pero las urgencias son más tenaces que los plazos indefinidos.
"Mientras el Gobierno de España procede a la definición de cuáles son las condiciones en las que las comunidades se acogerán al FLA, y visto que otras comunidades lo han hecho, hemos solicitado este anticipo porque en estos momentos necesitamos liquidez", aseguró Susana Díaz.
La consejera puso como ejemplo el caso de la comunidad de Valencia que el pasado mes de junio recibió en torno a 300 millones de euros de anticipo. Díaz aseguró que los andaluces "también tienen derecho" a recibir ese dinero y mostró su confianza en que "la respuesta sea favorable", igual que ha sido en los casos valenciano o catalán.
Díaz detalló que el Ejecutivo andaluz no ha descartado "en ningún momento" acudir al fondo de liquidez, aunque en el Consejo de Gobierno de ayer no se habló de "ninguna cifra concreta" porque "no se conocen ni siquiera" las condiciones en las que las comunidades tendrán que devolver el dinero.
La consejera andaluza aprovechó su intervención para reiterar la oposición de su gobierno a las exigencias de déficit impuestas por Madrid y aclaró que sigue manteniendo conversaciones con el Gabinete de Rajoy para suavizar el objetivo. Del mismo modo, pidió la convocatoria de un Consejo de Presidentes Autonómicos este mes para definir las condiciones del FLA.
La situación es similar para la Generalitat catalana. En una entrevista de TV3, el conseller de Economía mostró su preocupación por que el Fondo "aún no esté establecido y que pueda no cerrarse durante este mes de septiembre". Si eso ocurre, consideró que el Tesoro o todas las administraciones de forma mancomunada deberán articular un sistema puente, como créditos a corto plazo, para resolver las tensiones de tesorería de las autonomías.
Después de que el viernes Standard&Poor's rebajase la calificación de la deuda de Cataluña a bono basura, Mas-Colell defendió que "Cataluña tiene una economía sólida y no se debe poner en duda su capacidad para pagar sus deudas".
Mas-Colell afirmó además que Cataluña está haciendo "todos los esfuerzos necesarios" para cumplir el objetivo de déficit del 1,5% este año, como pide el Gobierno para conceder el FLA, pero puntualizó que hay cosas que no están en sus manos. Puso en esa línea el ejemplo de las consecuencias económicas de las políticas aplicadas por el Estado en educación y sanidad -sobre las que cree que Rajoy "se ha quedado corto" si quería alcanzar los resultados económicos previstos-. Esos flecos podrían condicionar también la consecución del objetivo de déficit, el próximo año, fijado en el 0,7%. Por ello, el conseller catalán vaticinó una nueva oleada de recortes en el Estado.