vitoria. Una brevísima reunión ayer por la mañana zanjó las pequeñas esperanzas manifestadas por el comité de empresa de que la no ejecución completa de la primera fase del ERE de extinción sobre la antigua Laminaciones Arregui, cuyo plazo fijado expiró el martes, significara que la compañía no cerraba sus puertas. El encuentro sólo sirvió para que la firma ratificara su intención de completar la previsión de despidos del ERE y, en consecuencia, que el comité ratificara la voluntad ya expresada el martes de mantener la huelga en agosto.
La dirección de la empresa trasladó ayer al comité que pese a la determinación del 31 de julio como fecha para la ejecución de los en torno a 280 despidos contemplados en esa fase del ERE de extinción, y aunque ese plazo haya vencido, la empresa mantiene en sus planes la intención de llevar a cabo ese ERE y no descarta nuevos despidos en próximas fechas.
Hasta el martes, 101 trabajadores de Celsa Atlántic en las dos plantas de la compañía en Araba -Gasteiz y Urbina- habían recibido ya su despido y, según lo trasladado por la empresa ayer, en próximas fechas continuará cumplimentando la extinción de contratos prevista en esa primera fase del ERE que afecta a un 80% de la plantilla.
Un jarro de agua fría, uno más, para las expectativas de la plantilla de la antigua Laminaciones, cuyo comité emitía un comunicado el martes anunciando la denuncia judicial contra lo que, en su opinión, ha sido la utilización "fraudulenta" de este ERE de extinción para "amedrentar" a los trabajadores y conseguir "precarizar las condiciones laborales". Asimismo, los representantes de los empleados de Celsa Atlántic en Álava confirmaron su intención de seguir adelante con la huelga indefinida que mantienen desde hace un par de meses.